Sí, Vitamina C. Eso que te han dicho toda la vida que tienen las naranjas.
“Con esto voy a tener la piel de Elsa Pataky”
Resulta que, en los últimos años, la Vitamina C de uso tópico se ha puesto de moda. Nosotros, desde Male Empire, vamos a explicarte por qué, si es efectiva realmente, y cómo usarla.
Lo primero que vamos a hacer es diferenciar la Vitamina C de uso tópico de la Vitamina C ingerida. Para simplificarlo mucho, diremos que cada una de ellas realiza una función diferente, es importante que ingieras Vitamina C, pero también es muy recomendable el uso de la Vitamina C tópica, sobre todo en el rostro, debido a los beneficios que te aportará hacerlo en la calidad y aspecto de tu piel, pero también en su salud a largo plazo.
¿Qué es la Vitamina C?
Con frecuencia, la vitamina C se asocia con la fruta cítrica. ¿Por qué? Pues muy sencillo, porque es una Vitamina incluida en cantidades importantes en los cítricos, nombrados así por su alto contenido en ácido cítrico.
Precisamente el contenido alto en ácido cítrico suele estar ligado a altos contenidos de ácido ascórbico (el ácido ascórbico es, por completo o en una gran parte, dependiendo de la variante de ácido ascórbico, la Vitamina C).
Sus funciones son, entre otras: contribuir a la reparación de los tejidos, fortalece el sistema inmunitario, es esencial para muchos de procesos enzimáticos del cuerpo, es necesario para la síntesis de colágeno, y tiene una fuerte acción antioxidante, protegiendo las células de los daños que provocan los radicales libres.
¿Cómo puedo asegurarme de que la piel obtiene la vitamina C que necesita?
El cuerpo no puede producir vitamina C, de manera que es nuestra responsabilidad proporcionarle la cantidad necesaria al cuerpo.
Es ahí donde entra el uso de los serums o las cremas con contenido en Vitamina C. Aunque como comentábamos al principio, también debes ingerir Vitamina C para beneficiarte de todas sus propiedades.
¿Por qué es buena para la piel la vitamina C?
Principalmente por tres factores.
- Su función antioxidante. Al proteger a la piel de los radicales libres, está protegiendo a tus células cutáneas del envejecimiento prematuro que provocan estas moléculas.
¿Cómo lo hace? Muy sencillo, la Vitamina C provoca ciertas reacciones químicas que fortalecen las membranas celulares frente al ataque de los radicales libres, de esta forma se reduce el estrés oxidativo que éstos provocan a lo largo del tiempo. Por esto, la Vitamina C se considera un antioxidante, porque dificulta que se produzca oxidación celular.
Esta función antioxidante lo que consigue son dos cosas; reduce el envejecimiento prematuro de la piel, y retrasa los signos visibles del mismo (manchas, arrugas, flacidez…)
- Su presencia necesaria para la síntesis de colágeno.
Cuando somos jóvenes, nuestra piel suele tener un aspecto terso y firme, precisamente porque está repleta de colágeno, que le aporta esa elasticidad y buen aspecto, entre otras cosas.
Según vamos envejeciendo, cada vez tenemos menos colágeno rellenando la piel, y por tanto, su aspecto empeora notablemente, al igual que su elasticidad. Esto provoca: aparición de arrugas, líneas de expresión, pérdida de volumen cutáneo y flacidez.
La Vitamina C es una condición sine qua non para la síntesis de colágeno ya que es la que provoca la hidroxilación de los aminoácidos prolina y lisina (una parte temprana en el proceso de síntesis de colágeno). Es decir, si no hay Vitamina C disponible, la formación de colágeno se frena en seco, y básicamente, no se producirá.
- La Vitamina C se oxida muy eficientemente en presencia del aire y la luz solar.
Aunque esto es un problema en un aspecto; (si no se aplica la Vitamina C adecuadamente, y no está bien estabilizada en la disolución que la contiene, la Vitamina C se oxidará con rapidez, perdiendo TODA su eficacia) reporta un beneficio en otro sentido, y es que protege a la piel del sol. Sí.
Para poner un ejemplo y que se entienda bien, imagínate que no quieres que la luz del sol llegue a ti. Por ello, pones una placa cristal tintado que te da sombra, y luego te aplicas una pequeña capa de nieve por encima. El sol pasará el cristal (aunque con mucha menos fuerza), y la nieve será tu última capa de defensa, poco a poco se derretirá y perderá su eficacia.
La vitamina C es similar. Debes aplicar una capa de protector solar (el cristal) que absorberá la mayor parte de la radiación. Y luego la Vitamina C que hay debajo del protector, será la última capa de protección, que si por lo que sea en algún lugar aplicaste mal el protector, la Vitamina C hará su función, aunque de forma limitada, como la nieve, ya que cuando esté completamente oxidada, será totalmente inefectiva, como la nieve derretida.
Esto no significa que debas usar la Vitamina C así, es un desperdicio absoluto. Pero no deja de ser un beneficio residual, que gente despistada va a obtener. Aunque no deja de ser una forma de, literalmente, tirar el dinero.
¿Pero las cremas no son solamente para mujeres?
Si estás pensando esto, tranquilo, sufres de tontería, se trata de una enfermedad curable.
Tradicionalmente, los hombres estaban demasiado ocupados labrando el campo, batallando, o buscando la forma de lograr que su familia sobreviviese el próximo invierno, por tanto, la estética no estaba entre sus prioridades. Sin embargo, hoy día tenemos prácticamente todas las necesidades básicas cubiertas, por este motivo, debemos preocuparnos por nuestro aspecto.
Con 70 años, ya va a ser demasiado tarde para intentar que tus mejillas no vayan barriendo el suelo, que tu papada te tape el ombligo o que tengas más arrugas en la frente que la piel de un aguacate.
Esto es algo que las mujeres, que tenían otro tipo de preocupaciones, siendo el mantenimiento de la belleza una de las más prioritarias, saben muy bien. Tradicionalmente las mujeres eran las que utilizaban productos cosméticos, porque los hombres no se preocupaban por su apariencia, pero si estás en Male Empire, sabes que hoy día, en el siglo XXI, la apariencia es uno de los factores más importantes que debes trabajar. Por lo tanto, si eres inteligente, dejarás de lado esas absurdas declaraciones de que los productos cosméticos son solamente para mujeres, y te ceñirás a los hechos, a la realidad, y a la lógica, los hombres no solamente pueden, deben usar estos productos; siempre y cuando quieras ser la mejor versión de ti mismo.
El cuidado de la piel es una de las cosas que marcan la diferencia. Cuanto antes empieces, mejores resultados tendrás a largo plazo, es una cosa que deberás hacer de por vida. Luego nos preguntamos cómo los actores famosos como Brad Pitt mantienen un semblante casi perfecto a sus 58 años. Pues te lo estamos explicando aquí, en Male Empire.
Brad Pitt a sus 50 años de edad, con una piel más sana que muchos de nosotros con 20 años.
¿Cómo lo puedo usar?
Antes de saber el cómo, tendrás que saber el qué.
Hoy día se venden cientos de cremas y serums que contienen Vitamina C.
Para elegir el adecuado lo importante es tener en cuenta:
- La concentración. La concentración debe de ser entre el 8-15%. Siendo el 8% el mínimo contenido que debe llevar de Vitamina C para ser efectivo, y 15% el máximo que el cuerpo puede aprovechar. Existen concentraciones mayores, pero lo único que provocan es una mayor irritación cutánea, sin mayores beneficios.
Deberás probar con diferentes concentraciones ya que hay pieles que se irritan fácilmente y no les resultará cómodo usar un 15%, mientras que otras pieles no notarán nada con un 8%.
La realidad es que la gran mayoría de productos están en estos rangos, siendo el as común el 10,5% o el 12% de concentración. Es difícil que te estafen en este sentido.
- Como hemos dicho, la Vitamina C se oxida no solamente en contacto con la luz, también en contacto con el oxígeno. Por tanto debes buscar un producto que contenga Vitamina C altamente estabilizada (para ello se suele mezclar con otros componentes, algunos comunes son la Vitamina E, el Ácido Felúrico, incluso a veces el Aloe Vera…).
- La formulación. Hay varios tipos de Vitamina C, y algunos son mejores que otros para diferentes aspectos, te los nombramos aquí con sus características principales:
- Ácido Ascórbico, o Ácido L-Ascórbico: se trata de las formas mas puras de Vitamina C.
- Ácido 3-Etil-Ascórbico: Más fotoestable (se oxida más lentamente con la luz) y menos irritante, pero menos activo que las formas puras. Es útil para pieles sensibles.
- Ascorbil Glucósido: Vitamina C estabilizada con glucosa, tiene una gran potencia antioxidante pero es muy poco eficaz a nivel de despigmentación.
- Palmitato Ascorbilo: ácido ascórbico (Vitamina C) mezclado con Ácido Palmítico, es soluble en aceite y tiene una gran capacidad de penetración en la piel, pero no estimula la síntesis de colágeno, por lo que perdemos la función antienvejecimiento.
Para resumir, lo más eficiente suele ser usar Ácido ascórbico o L-ascórbico, aunque si te provoca una gran irritación, recomendamos el Ácido 3-Etil-Ascórbico.
Y ahora sí. Cómo utilizar la Vitamina C:
Obviamente se trata de una rutina que deberás realizar todos los días.
Primero utiliza un limpiador facial y lava tu rostro cuidadosamente, tras secarlo, aplica la dosis necesaria del producto que contiene Vitamina C (la aplicación más sencilla se logra con el sérum).
Una vez extendido adecuadamente por toda la superficie a cubrir de forma uniforme, aplica crema hidratante dejando una capa fina, nada de dejarte suficiente crema en la cara para tres días.
Por último, aplica una fina capa de protector solar (el FPS a utilizar dependerá del color de tu piel, la sensibilidad de la misma, etc). Como digo, no tienes que quedar blanco, debe quedar aplicado todo uniformemente, no dejar capas gruesas de cada producto.
Una vez aplicado el protector solar, dejar secar.
*Si utilizas tonificador facial, éste debe ser aplicado antes que el producto de Vitamina C.
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