La caballerosidad es un conjunto de actitudes y valores propias de los hombres que se han ido perdiendo de forma paulatina con el transcurso de los años.
Cuestiones tan simples como sujetar la puerta a una mujer, dejar que se siente primero, o pagar tú la cuenta de una cita, son actitudes que cada vez se ven menos y que están tendiendo a la extinción.
Lo cierto es que esto es resultado del discurso feminista de “igualdad” absoluta entre hombres y mujeres que llega a pintar de machista y opresor realizar cualquiera de estas conductas, unido a hombres inseguros que han visto “beneficios” a estas proclamas absurdas. Se está intentando hacer que los hombres repudien ser hombres y que las mujeres repudien ser mujeres.
Quieren mezclar roles y crear una masa homogénea de seres humanos en vez de amar las diferencias y complementariedad de hombres y mujeres.
Lo cierto es que desde Male Empire te animamos a que no dejes de comportarte como un caballero, un hombre debe ser caballeroso con la mujer adecuada. Un hombre debe ser un hombre, con todo lo que eso implica.
Analiza esa frase antes de continuar “con la mujer indicada”. Ser caballeroso es un privilegio que debemos conceder a las mujeres que se lo merezcan, mujeres, que por sus actitudes frente a nosotros se hayan ganado de una forma u otra una conducta de especial cuidado, atención y protección. Recuerda una cosa: la masculinidad desata feminidad, y es por eso tu cometido, si quieres lo mejor de tu pareja, es ser un hombre de los pies a la cabeza, masculino.
Esto no significa que con el resto de mujeres debas ser maleducado, no, significa que ciertos privilegios solo los alcanzan ciertas personas.
En este artículo, aunque nos vamos a centrar más en el tema de invitar a las mujeres, es decir, de que sea el hombre quien paga la cuenta, puedes aplicarlo al resto de ámbitos de la caballerosidad.
¿Debes pagar tú?
La respuesta es sí. En la primera cita por norma general sin duda.
Primero de todo, si has concedido una cita a una mujer se supone que has visto algo en ella que te interesa, bien sea su belleza, sus modales, sus conductas…tiene algo que no tienen las demás, por tanto si es “especial” y la has invitado tú…la simple lógica indica que debes pagar tú. Es raro que invites a tu casa a tu mejor amigo, pero le exijas que traiga su casa, lo mismo con el dinero, es raro que la invites a una cita pero que sea ella que tenga que traer el dinero.
Segundo, la primera cita no va a ser en un restaurante caro, ni un sitio de etiqueta, será el típico bar, café o lugar con clase, precios asequibles y tranquilo para que podáis entender si puede haber algo más entre vosotros o no. Un sitio cómodo y seguro donde conocerla, por tanto, no estarás exponiéndote a gastos desmedidos.
En esta cita tienes que concluir, sin idealizaciones, qué es esa mujer, qué busca y que potencial ves para ella en tu vida; una simple pareja sexual, nada serio, quieres conocerla más porque tiene algo…y además pondrás a prueba sus modales.
Aunque seas tú quien pagas en esta, u otras citas, la mujer debe, siempre, y sobre todo las primeras veces, ofrecerse a pagar, sacar la cartera dispuesta a hacerse cargo de su parte, detalle que rechazarás educadamente pero que te hará ver mucho de ella. Si no se ofrece a pagar, aunque no es un indicador para salir corriendo, si es algo a tener en cuenta para posibles encuentros. Puede que estuviera nerviosa y no se diera cuenta de esto, puede que no la diera tiempo a interrumpirte para pagar ella…
Pero si lo hace de forma recurrente… amigo mío, puede estar muy mal acostumbrada o sencillamente quiere planes gratis.
No necesariamente debe pagar. Si te ofrece otro plan en su casa y cocina para ti o algo similar, está actuando de una manera incluso superior a la de llevarte a un restaurante y sacar la tarjeta de crédito.
Algo que si debes tener muy en cuenta es en qué país estás.
Hemos tenido charlas y citas con mujeres del este de Europa, Asia y mujeres en general muy tradicionales y ellas esperan sin lugar a dudas que siempre, y digo siempre, sea el hombre el que paga. No les entra en la cabeza sufragar sus gastos bajo ningún concepto en una cita. Es parte de su cultura, y algo arraigado en ellas. Si no pagas en una cita con una mujer rusa, sobre todo estando en su país, lo más probable es que no la vuelvas a ver. Por poner un ejemplo real.
La contrapartida de esto es que, estas mujeres tradicionales te darán a cambio una belleza sin igual, cocinarán para ti, serán excepcionalmente leales y tendrán otros atributos y detalles contigo que la mayoría de mujeres occidentales no pueden darte. Por no hablar del sexo.
Por tanto sí, una cosa por la otra. Tu pagas pero ella se comporta como una mujer de las de antes, una mujer de los pies a la cabeza.
¿Siempre voy tener que a pagar yo?
Lo cierto es que deberías acostumbrarte a pagar tú, sí; pero no siempre, y mucho menos con mujeres que a cambio solo te dan unos besos, una charla pobre y a veces ni eso.
Si pagas que sea por algo a cambio. Exclusividad, entrega plena, feminidad en su máxima expresión, sexo brutal…Si no obtienes eso, no solo deberías dejar de invitarla, sino que deberías dejar de quedar con esa chica.
El hombre es proveedor por naturaleza, nos gusta o así debería ser.
Personalmente a mi me llena y me hace sentir increíble pagar a mi pareja, comprarla regalos cuando me apetece, invitarla a planes, porque si es mi pareja o por algún motivo la veo como potencial pareja me siento con la obligación moral de hacerlo. Me llena y me hace sentir útil.
Hoy en día se están perdiendo estos valores que hasta a la mujer más feminista y sin principios que conozcas en el fondo aman.
En una relación a largo plazo, donde no hay citas per se, sino planes más estables, o típicos viajes de pareja…es decir, cuando ya hay un ambiente de exclusividad, sois marido y mujer o novios formales… las cosas pueden cambiar, sobre todo si ya tenéis más confianza, vivís juntos o compartís piso y los gastos empiezan a ser de ambos y cada uno, por su cuenta debe sufragarlos.
Pero incluso, en esta situación en la que cada uno tiene, o debería tener, su propia cuenta bancaria individual, tu de la tuya propia deberías sacar dinero para viajes de vez en cuando, planes y regalos.
Básicamente, acostúmbrate a pagar. Genera un estilo de vida, y unas fuentes de ingresos que te permitan tener a tu mujer o a tus citas sobre algodones. No eres un SIMP por esto, al contrario, eres un caballero, al menos, si no lo haces de forma indiscriminada con cualquier mujer que se te cruza delante o se te abre de piernas, en este segundo caso eres patético.
Me parece injusto tener que pagar yo.
A mí no.
Y aunque lo fuera. ¿Qué más da?
Siempre lo he visto así. La vida del hombre es más exigente, más compleja, más demandante que la de una mujer.
Las mujeres han nacido para hacer mejores a los hombres, y eso sin que ellas se den cuenta; no porque deban cocinarte, curarte las heridas o ponerse a cuatro y darte amor siempre que lo pidas. Sino porque el hombre hace muchas cosas en su vida, con el mero motivo de conseguir una mejor mujer o mantenerla en su vida. Sí, incluso aquel que dice que le dan igual las mujeres de cara a la galería se peina y quiere mejorarse en parte por ellas, también ese.
Por tanto, no llores y te quejes por tener que pagar, desde Male Empire no toleramos esto. Utilízalo como una fuente de motivación más para hacerte rico, escalar en la sociedad y ser un jefe de las finanzas.
Si lees esta web de hombres ya sabes que no aceptamos la actitud derrotista en los hombres.
¿Qué tengo que ser yo el que paga? Genial, voy a hacer tanto dinero que esto no sea ningún problema. Así pensamos nosotros, así piensan los hombres.
La mujer tiene o debería tener obligaciones como mujer.
El hombre tiene o debería tener obligaciones como hombre.
Puedes intentar cambiar el mundo y la propia naturaleza humana, como intenta el feminismo, o puedes aceptarlo y adaptarte.
Ama ser hombre, ama ser masculino. Acepta tus responsabilidades.
Wow! Un post excelente. Soy mujer y antes tenía la cabeza lavada por el feminismo radical. Con el tiempo he sanado mis heridas y recuperado mi feminidad. Me siento plena y la calidad de mis citas se ha multiplicado. Y añado q si un hombre verbaliza q dividamos la cuenta en la primera cita, no ha segunda.
Como me alegra leer que has cambiado tu parecer acerca de todo y tu honestidad.
Sinceramente que aprecies nuestro contenido es un GRAN HÁLAGO.
Muchas gracias Soraya
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