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Carrito

Son muchos, incontables casi, los hombres que, cuando empiezan en su aventura amorosa o sexual, se enamoran en una o dos citas con un polvo de treinta minutos, y ya piensan que han conocido a la mujer de su vida.

Esto suele darse entre hombres muy novatos e inexpertos con las mujeres, que no han tenido mucho contacto con el género femenino y por ende sienten que toda mujer que les hace caso, es especial y única.

Muchos, entre los que me incluyo, en un inicio pasamos por esto, y de ello hemos aprendido diversas lecciones.

Por qué te enamoras rápido

En primer lugar, cabe destacar que NO estás enamorado.

Sencillamente no suelen hacerte caso o no te hacen sentir bien las mujeres que conoces, y como ésta si lo hace piensas que es especial y le atribuyes cualidades cercanas a la divinidad. Si en dos citas o en un una noche de pasión ya piensas que una mujer es especial y tiene algo que otras no, amigo, mala señal, es demasiado rápido para pronunciar un juicio acertado sobre ella.

Que quieras conocer más a una mujer porque en los primeros encuentros te ha dado buena vibra, te ha resultado interesante, o te resulta extremadamente atractiva; no significa que tenga nada especial y eso es lo que debes comprobar conociéndola más al detalle. No te dejes impresionar por su belleza, bonito aroma o delicada voz, eso no es una mujer, una mujer lo es todo, desde su vertiente exterior hasta su interior más oculto, y eso requiere mucho tiempo para conocerlo y es del conjunto de lo que te enamoras.

También hay personas que sencillamente son adictas a las primeras etapas de una “relación”. Conocer a alguien, primeras noches de sexo y primeros meses de mucha intensidad, no es que estén enamorados, es que igual que a algunos les gusta la adrenalina de ponerse a 200km/h en un coche, a otros les gusta sentir una explosión de emociones y novedad que se da cuando conoces a alguien nuevo con el que hay una minúscula química y entendimiento sexual.

La primera opción es más propicia en hombres, y la segunda en mujeres, pero ambas se pueden dar en ambos géneros.

Hoy en día la mujer busca aventura, como describimos en el segundo párrafo, y el hombre sentir el afecto femenino, como se narra en el primero.

No es normal

No, no eres una persona enamoradiza o sensible, ni es normal que te pasen estas cosas. No eres especial y estás muy conectado con los humanos, no busques términos que romanticen esta conducta.

Detrás de tu «fácil enamoramiento» se ocultan problemas e inseguridades que quizás nunca te hayas parado a pensar, se esconde una necesidad casi patológica de sentirse querido y miedo a estar solo o deseo de no seguir estándolo.

Si te pasa esto con frecuencia, y cada mujer con la que tienes varios encuentros sin importancia ya deja una gran huella en ti, te obsesionas y empiezas a sentir una necesidad inexplicable de pasar tiempo con ella y no puedes sacártela de la cabeza llegando a pensar que estas enamorado… necesitas cambiar.

No sabes si vale la pena, no puedes estar enamorado de alguien a quien no conoces y no sabes si ella tiene algún interés en ti, o si está interesada, ni siquiera sabes cuánto y si se corresponde con  el tuyo.

De entre 10 citas con mujeres, lo normal es que la mayoría no te acaben llamando demasiado la atención, y sobre todo, que de primeras no sientas nada intenso por ninguna. Si en esas diez citas que se han dado poco a poco, con todas has generado una dependencia, aunque sea mínima, de su contacto y atención, tienes un problema. Es simple razonamiento lógico. La probabilidad de que alguien sea especial es baja, si de 10 citas, las 10 mujeres han sido especiales, el único factor común eres tú, y está equivocado, porque probabilísticamente, ninguna de las 10 era especial.

Seguramente no estés habituado a que una mujer te haga caso, o que se entregue a ti en la cama y por tanto las que lo hacen, en un principio, te hacen sentir especial y único, sentimientos muy agradables que acaban haciendo que desarrolles un apego insano hacia ellas derivado de tu inexperiencia.

Quiero que entiendas que solo cuando llevas un tiempo considerable conociendo a una persona, con experiencias en distintas áreas y conoces mínimamente a una mujer, tiene sentido que desarrolles vínculos afectivos con ella.

Hay excepciones a la regla donde, desde etapas muy tempranas, conectáis de una manera diferente, pero son eso, excepciones. Si te pasa con todas o casi todas las mujeres que te hacen caso, tienes que empezar a replantearte el por qué, entender que este tipo de actitudes no tienen un origen sano.

A veces la mujer tiene parte de culpa

Hay en ciertas ocasiones donde la mujer emite comentarios o realiza acciones para manipularte intencionada o inintencionadamente y generar apego en ti.

Con palabras como “nadie me lo ha hecho como tú”, “eres muy distinto a todo lo que he conocido” o “yo no hago esto con cualquiera”, es posible que en tu cerebro se genere una respuesta tendente a generar vínculos con ella porque te sientes el mejor, el único, o especial.
Ten en cuenta que en la mayoría de casos estas palabras no son ciertas y se las repiten a todo hombre que conocen, no te hagas ilusiones. La mayor parte de las mujeres que conozcas, lo más probable es que hayan pasado por más hombres que dedos tenemos. Por tanto, las posibilidades de que tú seas especial, son bajas. Es más, quien es especial, lo sabe y no necesita que se lo digan para sentirse así. Si te sientes especial solamente cuando te lo dicen, no lo eres.

Es una gran fuente de sufrimiento

Si sientes dependencia y apego de casi cualquier mujer con la que tienes contacto, cuando se vayan de tu vida, hagan acciones reprochables o te rechacen de forma explícita vas a pasarlo mal sin un motivo real para hacerlo.

Es entendible que un rechazo no te haga saltar de alegría, pero no debes pasarte días sumido en la tristeza porque una mujer que conoces de hace una semana ha encontrado un chico más afín a ella o si la cosa no acaba cuajando.

Parecen temas obvios, pero te sorprendería lo frecuentes que son estos sucesos entre hombres jóvenes e inexperimentados. Si tienes cierta edad, seguramente hayas conocido, o escuchado de alguien que entró en depresión después de que le dejara la novia que se echó el fin de semana anterior. Conversación que los extraños a la persona contemplan ojipláticos, tratando de contener la risa. «La conocía de hace 1 semana, ¿y llora por ella?«, visto así, es bastante ridículo.

Te coloca en una posición de necesidad

Si cada mujer que conoces es para ti como una piedra preciosa mágica de la que depende en gran medida tu bienestar y felicidad, perderlas para ti será un terrible acontecimiento.

Colocarlas en una situación de tanta importancia en tu vida hace que actúes de forma necesitada. Intentarás no meter la pata, acertar en cada uno de tus comentarios, fingirás partes de ti mismo simplemente para agradarlas, pasarás horas mirando su estado en Whatsapp para ver si te hace caso y la responderás al instante… Esto, aunque parezca de primeras que es lo inteligente si quieres ligar o enamorar a alguien, es precisamente lo contrario. Una mujer busca un hombre genuino con vida y pensamientos propios, cosa que tú o no tienes o no estás demostrándola tener.

Esta actitud te hará perder más mujeres de las que te hará ganar.

Si dependes de una, o de muchas mujeres, pierdes.

En una relación, de cualquier tipo y en cualquier momento de la misma, gana el que menos necesita al otro, Aplícate el cuento.

Y sí, ya sabemos que no se trata de ganar, no es una pelea de gladiadores en la que necesariamente uno gana y otro pierde. El que menos necesita al otro, sufrirá menos en los conflictos, vivirá más feliz, y será capaz de solucionar mejor los problemas, de formas más lógicas y eficaces. Por eso gana.

No quieres a alguien enamoradizo en tu vida

Igual que no es bueno que tu seas así, si conoces una mujer con estas características y sabes que suele “enamorarse” fácilmente, es mejor que corras.

Lo que estas personas buscan es lo mencionado con anterioridad, muchas emociones en poco tiempo y pasar al siguiente.

En vez de ser personas tendentes al compromiso, prefieren vivir lo bonito de la fase de enamoramiento que dura más bien poco y cuando se acaba pasar al siguiente para vivir lo mismo.

Típica mujer que le preguntas, te dice que a sus 20 años ha tenido 17 relaciones diferentes, siendo la primera con 16. Si en 4 años ha tenido 17 relaciones fallidas, la tuya es la número 18. Y seguirá así hasta que madure, y seguramente, todas las relaciones acabarán mal, y porque ella se ha enamorado de otro.

No quieres ser así pero tampoco quieres a gente así en tu vida. Ándate con cuidado.

Conclusiones

Sin conocerte en persona, no podemos ayudarte a sanar esas inseguridades y traumas que te hacen sentir estas cosas con casi todo el mundo. Si deseas ayuda personalizada ya sabes que siempre puedes contratar una llamada con nosotros.

Lo que sí te puedo asegurar es que necesitas analizarte y empezar a entender el porqué de esta situación y poner un remedio.

Las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana, pero cuando te caces “enamorándote” demasiado rápido, para, recapacita y entiéndete.

 

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