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Carrito

¿Qué es la media naranja?

Debido a la cultura Disney, utópica, de amor incondicional y de finales felices, son muchos los hombres que caen en lo conocido como “ONEITIS” que sería la fijación por una sola mujer, considerándola irremplazable y única, pensando que solo ella es la adecuada para él, y que sin ella su vida no tendría sentido. Se piensa que hay una sola mujer diseñada para ellos, que están hechos el uno para el otro y que ella, y solo ella, encaja con él, que han resuelto el rompecabezas del amor y que a partir de ahora, y juntos, van a poder vivir felices.

El amor romántico de cuento de hadas ha popularizado esta idea entre la población, convirtiéndolo en la misión de muchos: conseguir una mujer y quedarme con esa mujer para siempre, no porque la ame, tenga valores y sea buena influencia para mis hijos sino porque es ella, solo ella, y no sé siquiera explicar por qué.

La gran mentira

Lo cierto es que nada de esto es así. No hay una sola mujer que encaje contigo, hay cientos de mujeres igualmente válidas para estar contigo y que te podrían hacer igualmente, si no más, feliz. Siguiendo la referencia, no hay una media naranja, hay cientos de medias naranjas, miles incluso, muchos miles.

Evidentemente ninguna mujer es igual que la anterior, una cocina mejor, otra te besa más intenso, otra es más inteligente, otra más pasional…siempre habrá algo que eches de menos de una persona, pero eso no significa que solo UNA encaje contigo.

La concepción del alma gemela es en sí misma irracional, supone que el destino, de forma inevitable, y entre los millones de personas de la tierra, ha tenido la benevolencia de presentarte a esa mujer, a la única y que juntos hacéis un 100% inseparable. Supone que tienes tanta suerte que, en tu escaso tiempo de vida, en tu área geográfica limitada, y en tu diminuto círculo de influencia ha llegado tu ángel, la pieza que le faltaba a tu rompecabezas. Como ves, es totalmente improbable.

Concebir que hay una media naranja distinta para cada uno de nosotros supone concebir la carencia de control sobre nuestras vidas, pensar que todo está predestinado y que debe ser ella sí o sí, da igual lo que pase entre medias, las circunstancias y sus actitudes. Da igual que, como todas las personas, vaya cambiando y cada vez sea menos afín a nosotros, todo da igual, es ella. Algo totalmente irracional.

Es precisamente por esta concepción errónea que muchos hombres viven atados a relaciones que no les satisfacen, es más, que les amargan la vida, con tal de estar “con su alma gemela”, les dan igual los abusos, las faltas de respeto, la insatisfacción sexual e incluso a algunos las infidelidades, con tal de no perder a esa persona. Han romantizado y teatralizado tanto el amor, que, si no es igual que “El diario de Nora” o cualquier película romántica, su vida no tendría sentido.

Lo nocivo de esta percepción

Lo cierto es que esta concepción idealizada del amor beneficia de gran manera a la mujer porque los hombres son los que más se “obsesionan” con una sola doncella perfecta, dependiendo de ella y teniendo un miedo atroz a perderla que les hace actuar de forma necesitada y arrastrada.

Como ya sabemos, en una relación gana el que menos depende del otro, el que menos necesita al otro, y si tu ves a tu pareja como LA ÚNICA mujer que puede llenarte, y ella lo sabe, tú eres el dependiente, y ella la figura que ostenta el poder, que puede jugar contigo a su placer, ya que por ese miedo a perderla nunca le llevarás la contraria y le permitirás cosas que a ti te hacen infeliz. Serás su perrito faldero. Pensar que una mujer es tu alma gemela hará que tengas todas las papeletas para que ella te cambie, ya que poner a una mujer en un pedestal y tratarla como si fuera una Diosa, idealizarla, y hacerla el centro de tu vida, son los ingredientes mágicos para que ella se busque a alguien mejor, más masculino y que la tenga como un complemento de su vida, no como al centro.

En cambio, la mujer se mueve por la hipergamia, es decir, por buscar continuamente una mejor opción, por tanto, es mucho menos propensa a establecerte como EL ÚNICO, como se suele decir “no eres tú, es tu turno”, estás en su vida hasta que en aparezca alguien mejor que tú que la preste atención.

Los casos en que las mujeres pueden llegar a poner en un pedestal al hombre y establecerlo como irremplazable son muy limitadas. Suelen darse cuando saben de sobra que ese hombre tiene muchas opciones y que tiene un valor mucho mayor que ella en el mercado sexual. En estos casos cogen la “ONEITIS” y no pueden ver más allá.

Es por eso que estar con una mujer por encima de tus posibilidades, bien sea por su belleza física o por tu inutilidad para tratar con mujeres y falta de masculinidad, no suele ser una buena opción. Es mejor salir con chicas que están por debajo de nosotros, al menos hasta que aprendamos a llevar una relación y a tratar a las mujeres. Nadie nace sabido.

Creer en el alma gemela está bien si eres un niño o si vives en una película. El amor romántico en el cual hay que dejarlo todo por una mujer, ceder todo, ser un mártir con tal de tener a la mujer de tu vida…solo queda bien en Hollywood, en la vida real es la receta perfecta para el fracaso. Va en contra de todos los principios de la seducción y de la atracción, te hace actuar poco masculino, necesitado y con una mentalidad de escasez.

Todas esas películas y series de Netflix donde el hombre aparece como una sucia rata que sigue a su pareja hasta el fin del mundo, por la cual abandona a sus amigos, familia o trabajo casi nunca salen bien en la realidad. Una mujer, aunque ellas siempre digan lo contrario, quiere un hombre con más vida aparte de ella.

Otro de los problemas del alma gemela es la dificultad que genera para pasar página.

Si tu piensas que tu ex pareja era perfecta, que la has perdido, que nunca encontrarás otra igual… es mucho más fácil que vivas anclado en los recuerdos sobre ella, que no te permitas avanzar y cerrar capítulos e incluso que te niegues a conocer a otras mujeres “porque no están a su altura”.

Esto es lo último que debes hacer ante una ruptura, incluso si quieres recuperarla.

Si se ha acabado una relación, se ha acabado, y ahora tienes a cientos de mujeres en tus alrededores esperando a que vayas y las conozcas y te quites la venda de los ojos que te hacia ver a tu ex como perfecta, comprobando que hay muchas mujeres increíbles en el mundo, incluso mujeres que te van a hacer mucho mas feliz que la que pensabas era “la única”.

La realidad

Hay millones de mujeres ahí fuera, ninguna es especial en sí misma, tú la harás especial si la haces tu pareja, la idealizarás de tal manera que pensarás que es perfecta, la atribuirás rasgos de santidad de los que carece, y solo cuando te deje, te engañe o te rompa el corazón de alguna manera, quizás despiertes y veas que todo era fruto de tu imaginación.

Ni tu pareja actual es la única mujer válida para ti, ni tu ex lo fue. Ninguna mujer es especial, tú las haces especiales.

Y es que el amor, en el fondo, es eso, idealización, y por suerte o por desgracia el hombre ama de manera mucho más idealista, frente a al utilitarismo de la mujer provocado por su hipergamia, es por eso que tienen tantos requisitos económicos, de estatus, de belleza y de destreza sexual para un hombre. Es por eso que nosotros, desde Male Empire, recomendamos amar con sentimiento, pero con cabeza. No dejarse llevar por el frenesí de emociones que el enamoramiento y las primeras etapas de una relación generan, sino activar la razón y el cerebro para analizar todas nuestras decisiones.

No existe una única mujer que encaje para ti. No existe media naranja ni alma gemela, tu pareja, si un día se va, podrá ser sustituida por una mujer mucho mejor.

Esto se comprueba, entre otras cosas, ante la pérdida por muerte de tu mujer, como con el tiempo, si eres fuerte mentalmente, acabas encontrando a otra mujer que te sigue llenando y haciendo igual o más feliz que tu difunta esposa. Pero eso no significa que no vayas a echar de menos mil y una cosas de tu pareja, échalas de menos con cariño, viendo lo bueno que viviste mientras duró, y viendo lo bueno que vivirás con tu actual o futura pareja cuando la encuentres.

No era única, era una mujer más.

De lo único que sólo hay una unidad, es de tu madre, porque como madre, solo hay una, el resto de las mujeres de tu vida son desechables si no se comportan, si se exceden, o si no te hacen feliz.

Tras tanta programación mental desde críos hacia el amor romántico más absurdo, es difícil despegarse de esta idea de la media naranja, pero cuanto antes lo hagas antes podrás disfrutar de mejores experiencias sexuales y amorosas, y antes dejarás de sufrir por la pérdida de tu ex pareja.

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