El miedo es un recurso que nuestro cerebro emplea para mantenernos a salvo. Sin miedo, nuestras posibilidades de supervivencia como especie serían mucho más reducidas.
En el fondo, si lo analizas, muchas de las cosas que nos hacen sufrir o nos paralizan; celos, miedo, ira… son respuestas evolutivas del ser humano para conservar su vida por el máximo tiempo posible. El problema reside en que, en la actualidad, cada vez son menores los motivos coherentes por los cuales deberíamos tener miedo, y sobre todo, una cosa es temer y otra paralizarnos por ese miedo.
El miedo es bueno, es necesario, pero puede arruinarte la vida.
Dicho esto, necesitamos distinguir entre dos tipos principales de miedo.
Miedos racionales
Evidentemente, si vas por una calle oscura, en un barrio peligroso, donde además hay precedentes de sucesos terribles relacionados con la vida y la integridad física de las personas, lo raro sería que no tuvieras miedo, raro y estúpido.
Ese miedo puede, o bien hacer que en un primer lugar no entres a esa calle, o bien que pese a entrar, tengas más cuidado e intentes salir lo más rápido posible de ese lugar. El miedo en este caso es positivo y racional.
Si tu vida peligra o puede peligrar potencialmente, si tu integridad física no está asegurada, o si eres un pez payaso rodeado de tiburones; lo normal es tener miedo.
Si una decisión puede costarte la banca rota o perder todas tus posesiones, es bueno tener miedo, nos puede hacer ponderar más antes de tomar una decisión, pero eso sí, que no nos paralice.
Normal, positivo y necesario. Por estos miedos podemos llegar a salvar nuestra vida.
Miedos irracionales
Pero el miedo a hablar en público, el miedo a acercarte y hablar a una mujer… son miedos realmente estúpidos. Son miedos que, sí, pueden estar ahí en nuestra mente, pero, ¿de qué nos protegen? Sí, del ridículo, del juicio de otros, del malestar…
El miedo lo que hace es intentar que evitemos situaciones que nos hacen sentir mal, aunque sean esas necesarias y positivas para nuestra vida.
Estos miedos son miedos para proteger nuestro ego, nuestra autoestima… realmente, miedos estúpidos que sencillamente nos limitan en nuestra experiencia humana.
¿Qué puede pasar si hablas a una mujer? Dejando de lado que en España algunas mujeres igual te califican de acosador… nada, un rechazo, una burla, una risa.
¿Puedes perder la vida, dinero, acabar herido…? Sí, herido en tu ego, pero nada grave…
Miedos en el hombre
El hombre, si de verdad quieres ser un hombre y no meramente del género masculino, debe conquistar sus miedos.
La vida se pone en modo sencillo cuando cada miedo irracional que tienes lo conquistas, y de verdad, aunque cueste superar los miedos, una vez se hace, te vuelves LITERALMENTE imparable.
Cómo se hace esto te preguntarás. Es sencillo, cada vez que algo te de miedo debes hacerlo, ¿simple verdad?
Ves a una mujer preciosa y sientes sudores, ansiedad… tienes miedo de acercarte y hablar con ella: LO HACES. Tu misión no es que te de su Instagram o que la interacción vaya bien, ya habrá tiempo de eso más tarde, tu misión es acercarte y hablarla. Si lo haces: MISIÓN CUMPLIDA.
Como es lógico ningún miedo se supera con una exposición individualizada, sino que se requerirá múltiples acercamientos a mujeres para que ese miedo se vaya mitigando, y después, se elimine por completo.
Quieres ir al gimnasio, mejorar tu cuerpo… pero el mero hecho de imaginarte en una sala solo, rodeado de gente y en un ambiente para ti desconocido te aterra: simple, VAS AL GIMNASIO.Así con todo.
Cuando conviertas esto en tu norma todo irá mejor, es como un acelerador del éxito.
Sin duda es un proceso incómodo, tedioso, incluso doloroso en muchos casos, te aseguro que NUNCA te apetecerá hacerlo, y he ahí el reto de la excelencia.
Es posible que hayas probado las duchas frías.
Cada día, al despertarte, date una ducha totalmente fría. Te ASEGURO que nunca se hace más fácil. Es una cosa que nunca apetece.
Y es de ahí de dónde proviene el beneficio de la práctica: de que nunca se hace más fácil, de que se trata de conquistar tu miedo una y otra vez cada día.
Por eso, tal como te acabo de explicar, conquistar tus miedos va a ser una catapulta hacia adelante, que te ayudará a progresar en cualquier ámbito de la vida.
Misión: conquistar miedos
Si hay algo importante en la vida de todo hombre es la conquista de sus miedos, es una de sus misiones principales, una que deberías priorizar en tu vida.
Tener miedo es normal, dejar que el miedo nos controle no, y menos como hombre.
No subestimes los beneficios de vencer tus miedos, una vez empieces a hacerlo y veas sus resultados te aseguro que no te resultará tan difícil enfrentarte al incómodo proceso de conquistar tus miedos. Porque sabes lo que espera detrás.
La primera vez será más difícil, es como si te encuentras una mansión abandonada a las 4 de la mañana en medio de un bosque. La primera vez te dará miedo porque no sabes qué hay dentro. Sin embargo, si reúnes el valor necesario para entrar y te das cuenta de que dentro están celebrando una fiesta, te aseguro que por mucho terror que dé la mansión, la próxima vez no te costará tanto entrar sabiendo que el premio aguarda detrás de la puerta.
Cada vez que tengas miedo piensa: es mi oportunidad de mejorar.