La vida de un hombre debe ser dura, y cuanto antes experimente esa dureza, mejor.
Un hombre se construye en base al sufrimiento, al dolor y a la dificultad. Ningún hombre de éxito, fuerte y masculino ha tenido una vida sencilla, NINGUNO. Creer que si eres hombre y tu vida ha sido fácil has tenido suerte, es un error por desconocimiento e inexperiencia.
Igual que el músculo crece en base a la ruptura y reparación de fibras, el hombre crece en base a la ruptura y reconfiguración de sí mismo.
Es habitual quejarse de las desgracias y preguntarse “¿por qué a mi?”, pero cada desgracia es un paso más en la preparación para la dura vida adulta como hombre.
Ya no quedan hombres masculinos
Estoy seguro que has escuchado alguna vez en tu vida a una mujer decir “ya no quedan hombres de verdad” y tiene mucha razón.
El hombre masculino está en vía de extinción debido a la vida tan fácil que se nos presenta en la época en la cual vivimos. Somos conocidos como la generación de cristal, las tasas de suicidio y de atención psiquiátrica están en crecimiento y en máximos históricos al mismo tiempo; mientras que vivimos en la época más cómoda de la historia del hombre, hay menos pobreza que nunca, menos guerras que nunca, tenemos un mayor nivel de salud, hay menos muertes accidentales y patológicas que nunca… jamás en nuestra historia lo hemos tenido tan fácil.
Estamos en una era donde todo nos lo dan casi regalado, pero a su vez la época donde más debilidad hay y más lloros se escuchan por parte de los hombres.
Cuando se nos acostumbra a una vida sin baches y sin dolor, una vida sin apenas dificultades, donde nuestro mayor problema es tener diez likes más o diez menos en Instagram y donde además se hace promoción activa de la debilidad… se acaba como se acaba.
El niño nunca deja ser niño
En los albores de la humanidad, un niño pasaba a ser hombre con ciertos rituales dolorosos física y mentalmente, se nos obligaba a cuidar a nuestra familia desde bien jóvenes, veíamos morir a seres queridos y teníamos que matar a otros humanos o animales para sobrevivir. Antes existían rituales que convertían a los niños en hombres.
No hace tanto el servicio militar obligatorio; la comúnmente llamada «mili», empezó a ser ese ritual en el cual los niños dejaban sus casas y pasaban por una etapa muy dura, pero a la vez muy constructiva en el ejército, que te hacía convertirte en hombre y te preparaba para la vida adulta.
Pero, ¿hoy en día?, hoy en día no hay nada de eso, vemos a hombres con 30 años que no son responsables ni de sí mismos, viven con sus padres y no se preparan ni su propia comida. No existe ningún tipo de ritual, nada que marque un antes y un después, aunque fuese de forma simbólica; no existe ningún proceso difícil o doloroso en algún sentido que nos haga dejar la debilidad e ingenuidad de un niño y nos prepare para ser adultos.
Hoy en día en la sociedad hay niños con 30, incluso con 40 años, cuando antes había hombres con 14.
La resistencia al dolor es fundamental para el hombre
El dolor, y sobre todo la resistencia al mismo, es lo que diferencia a los hombres aptos para sobrevivir y a los hombres no aptos.
Antes se producía una selección natural mucho más atroz que ahora, si no demostrabas fortaleza morías, literalmente. Hoy en día si eres débil apenas pasa nada, como mucho acabarás sin descendencia y vivirás una vida triste, además de no conocer el amor de una mujer, pero no se te obliga a ser fuerte y acabar con la debilidad. Antes era cuestión de vida o muerte, hoy ni mucho menos. Un niño que sufre bullying puede destruirse o fortalecerse. Un niño pobre o que experimenta la muerte de sus padres, puede destruirse o fortalecerse.
El dolor demuestra de qué madera estamos hechos.
Si superas esos problemas, además de todos los que te irán viniendo, de forma adecuada, te convertirás en un hombre fuerte, masculino e imparable.
Si fallas en superarlos y además abrazas tu debilidad y te victimizas, te convertirás en un hombre débil con una vida miserable.
Es una cuestión que tiene parte de elección personal, y otra parte de como hayas sido criado y de tu propia genética y predisposición. Hay quien directamente no ha nacido preparado para la vida.
Nadie protege al hombre
Siento decirte que siendo hombre estás más solo que la una.
El hombre es un ser que desde niño está expuesto al dolor y al sufrimiento, y nadie puede ayudarle realmente, ni puede, ni debe.
Un niño aprende a andar cuando se cae cien veces, aprende a no tocar una espina cuando se pincha, aprende en base a equivocarse y sufrir.
Un niño entiende cómo funcionan las mujeres cuando le rechazan mil veces, por eso muchos acaban en la Redpill, aprende a pelear recibiendo golpes y todo esto lo sufre y vive prácticamente solo.
Sus padres no deben interceder demasiado en este proceso para evitarle dolor porque le convertirán en un bonito jarrón de cristal más, poco preparado para la vida y que acabará roto antes o después. La sobreprotección de un niño puede ser una de las mayores maldiciones que este reciba.
La mujer no se expone al rechazo ni una cuarta parte de que lo que lo hace el hombre, sencillamente por su naturaleza y por el funcionamiento de la vida y la naturaleza en general. Y cuando sufre, tiene el hombro de sus padres y de diez, si no cien, chicos que quieren con ella, y que usa como un pañuelo para secar sus lágrimas. Nadie le pierde el respeto a una mujer que llora y se muestra débil, pero aunque no lo creas, poco a poco, todos pierden el respeto al hombre que se muestra débil y llora por todo. La mujer siempre puede buscar protección es más, se espera eso de ella; del hombre no podemos decir lo mismo, se espera que seas capaz de solucionar tus problemas por ti mismo, tus problemas, y los de otros incluso.
Si naciste hombre, estás solo hasta que encuentras a tu hermandad de hombres con los que tratar tus problemas, o contratas a un psicólogo si las cosas te superan más de la cuenta; aunque muchas veces te ayudará bastante poco.
No sé si suena mal, pero la vida es así, el hombre debe aprender solo y en base a los golpes continuos que va a recibir cómo desenvolverse en la vida y sobre todo a generar una coraza que le proteja a él y a los suyos de futuros golpes.
Si no eres fuerte no vas a ser capaz de proteger a otros
Gracias a este camino de piedras y espinas que se llama vida, vas madurando y fortaleciendo tu alma y tu cuerpo, para, un día, servir de armadura a tu mujer e hijos, incluso a tus padres.
La vida te prepara en base al dolor más intenso para desempeñar una función tan importante como la protección y que, aunque algunas feministas y personas ignorantes tachen de innecesario, hasta ellos necesitan.
La mujer que se queja de los hombres masculinos y fuertes es la primera que les llama cuando la atracan, la acosan o la intentan agredir; el hombre débil que rechaza la masculinidad y su fortaleza intrínseca, es el primero que le pide ayuda cuando todo le supera o necesita escapar de algo o alguien.
La sociedad necesita hombres fuertes, y por eso son tan demandados ante la tremenda escasez que experimentamos de ellos hoy en día. Las mujeres los aman, otros hombres los respetan y, en general, el mundo los necesita.
Pero solo existe una forma de hacerse fuerte, sufriendo.
Recuerda las series y los comics de antes de los 2000. Superhéroes que se hacen fuertes para proteger sus ciudades o el planeta. Son Goku, cuya historia es una continua mejora personal a través del sufrimiento y el esfuerzo para poder vencer a enemigos cada vez más fuertes que amenazan a sus seres queridos. Ese tipo de historias, daban a los hombres un ideal al que aspirar, un ideal que se parece mucho a la vida real. Solo que en tu caso, no tendrás que derrotar a supervillanos, tendrás que derrotar a las facturas, a las rupturas, los rechazos, la soledad, la incomprensión… Enemigos igual o más fuertes que esos villanos.
Conclusión
Sin trauma, sin dolor o sufrimiento un hombre, nunca se podrá convertir como tal.
No hay hombre vivo que no haya pasado momentos terribles que no podemos siquiera que imaginar.
Si eres hombre, desear una vida fácil, es, en el fondo, querer una vida difícil.