El hombre envejece como el vino, con los años mejora.
La mujer envejece como la leche, con los años empeora.
Entiende algo, si eres hombre, has nacido para el largo plazo, no estás aquí para llegar y triunfar, estás aquí para trabajar, trabajar, ser paciente, mejorar y triunfar.
Si eres inteligente tu meta no debe ser condenar tu futuro por disfrutar del corto plazo, tirar tus años de mejora y crecimiento por la fiesta, las drogas o la vagancia.
Si eres inteligente, te centrarás en ti, trabajar como un ermitaño en tu cueva para cincelar al hombre perfecto a tus ojos, y a ojos del resto del mundo. Te aseguro que los sacrificios que hagas de joven tienen una recompensa incalculable a medida que creces.
Tu valor como hombre crece a medida que tú creces, por supuesto, si pones de tu parte. No pienses que cada año que cumples eres mejor por el hecho de envejecer, no, cada año eres mejor porque lo que el mundo considera valioso del hombre (el mundo y las mujeres), se consigue con el tiempo y el trabajo. Cada día de tu cumpleaños deberías hacer una reflexión sencilla: ¿en qué he mejorado este año?
Esto es una verdad irrebatible y que hace llorar a muchas mujeres “la belleza femenina es el principal recurso que ésta tiene para encontrar a un buen hombre”. Puede sonar mal, pero es la verdad. El mundo y los hombres valoran la belleza de una mujer por encima de casi cualquier otro atributo, y la belleza de una mujer tiene una duración muy breve, un tiempo de caducidad muy corto y con caída drástica cuando alcanza cierta edad. Por muchas cirugías, cremas o retoques que se haga nunca será la misma que cuando era esa joven mujer con la piel tersa y de tetas y culo firmes.
Si preguntas a un hombre honesto siempre elegirá a la mujer joven, sexy y sin demasiado futuro económico, frente a una mujer entrada en edad y menos atractiva, pero con unas perspectivas más positivas en el área económica.
La mujer, por el contrario, aunque valora la belleza del hombre, valora también, cuando desea una pareja a largo plazo: los recursos económicos, la perspectiva laboral o económica, el estatus… Cuestiones que no se suelen maximizar ni con 20, ni con 25 años.
Si preguntas a una mujer honesta tenderá a preferir, cuando buscan una relación seria, repito, a un hombre algo menos atractivo, pero que pueda asegurar una buena vida para ella y sus hijos.
Las preferencias de unos y otros son naturales, biológicas y que no van a cambiar por muchos años que pasen y por mucho adoctrinamiento y presión feminista. Somos seres humanos, con unas tendencias naturales propias de nuestra especie, para bien o para mal, somos así, puedes adaptarte o no, eso ya depende de ti.
¿Cuándo consiguen el hombre y la mujer su máximo atractivo?
En el gráfico inferior podemos observar una gráfica, en la línea vertical o eje de ordenadas observamos el SMV (Valor en el mercado sexual) y en el horizontal, o eje de abscisas, la edad.
El gráfico ilustra cómo se distribuye el valor de hombres y mujeres a medida que pasan los años.
Antes de analizarlo quiero advertirte que, aunque las edades pueden variar en unos años, y que el pico de valor de un hombre se de antes que los 40, es orientativo para que entiendas como se distribuye tu valor a lo largo del tiempo.
No establezcas exactamente esas edades como verdades absolutas, sino como ejemplos de la gran diferencia que hay entre hombres y mujeres en este sentido.
Vemos de forma clara y muy gráfica como la mujer adquiere ese pico de “deseabilidad máxima” en torno a los 23 años, mientras que el hombre lo adquiere 17 años más tarde, a los 40. A partir de dichas edades, ambos empiezan a decaer, pero en el caso de la mujer a una velocidad relativamente más rápido.
Por otro lado, el momento en el que el valor de ambos se iguala es a los 30, punto en el que la mujer está ya en absoluta decadencia y el hombre solo ha comenzado a mejorar.
Esto explica que, en la mujer, en torno a los 25-26 años, nazca un sentimiento de urgencia para conseguir al mejor hombre que pueda optar, ya que una vez sigan pasando los años, y en torno a los 28-30, los hombres a los que podrá optar serán ciertamente peores, situación que ya no puede mejorar de ninguna forma.
El hombre, en cambio, si es consciente de que su valor va creciendo, no se cerrará a una mujer tan pronto como a los 26 porque a medida que crezca y mejore su situación, podrá optar a mejores y mejores mujeres, más jóvenes, más bellas y más femeninas.
Si te das cuenta, las mujeres, cuando son jóvenes y atractivas suelen estar con hombres más mayores que ellas, hombres con un buen coche, con dinero, en una posición muy superior a ellas. Esto se debe a sus preferencias y a los atributos que ellas consideran como primordiales a la hora de emparejarse a largo plazo. Son pocas las mujeres que optan estar con hombres de edad inferior a ellas porque no les pueden aportar todas las cosas que ellas necesitan.
Es también de interés mencionar aquí que toda mujer consigue la madurez física y emocional mucho antes que el hombre y por tanto está antes preparada para el mercado sexual.
Todo esto es en lo que se resume “el reloj biológico”, entre que el conteo ovárico se reduce, los riesgos para la salud de tener hijos aumentan con la edad y que saben que su atractivo cae en picado muy pronto, necesitan asentarse de forma temprana e inteligente, buscando que el mejor hombre al que pueden optar las regale su exclusividad y empezar a formar o plantear formar una familia con él. Si te analizas detenidamente, es más, cuando una mujer no tiene una pareja estable ya con 29-30 años, es raro que acabe con hombres de calidad y bien establecidos, hombres de verdad.
Es posible que acaben con un mangina de manual, un beta que acepta los restos de las malas decisiones que la mujer ha tomado en su juventud y le regale un futuro cómodo y tranquilo, sin ella merecérselo, y con tal de sentirse querido. Aunque en este caso el amor y el deseo suelen ser poco genuinos y por ello desemboca en graves problemas, tarde o temprano. Una beta al cual, si en algún momento es posible, cambiará por una opción mejor y al que es habitual que engañe con otros hombres más interesantes o atractivos que él, pero que nunca querrían algo serio con una mujer como ella.
Como hombre no tienes prisa, tu valor no va a hacer nada más que crecer poco a poco si pones de tu parte, eres una piedra preciosa que con la presión y trabajo suficiente va a hacerse de un valor incalculable.
Es normal que con 18-19 años no optes a mujeres de gran calidad, ni en atractivo, ni en valores. Es normal que pienses que no eres nada atractivo y que las mujeres no te prestan atención, porque aún no tienes demasiadas características que las mujeres consideren como valiosas, por eso debes ponerte manos a la obra, y aunque tengas que conocer mujeres y mejorar tus habilidades sociales, el hincapié tiene que ir puesto a mejorarte a ti, en todos los aspectos, como en Male Empire te enseñamos; físicamente, mejorarte como hombre, económicamente… Tienes que ser el pack completo, un hombre al que pocas mujeres puedan decir que no, tienes tiempo, pero no te duermas en los laureles.
Lo que recomendamos es que no hipoteques tu vida con la primera mujer que veas y te parezca bonita, porque no será la mejor que conozcas. Enserio, no lo será.
No, aunque tengas novia ahora y pienses que es perfecta y que no hay ninguna mejor que ella, si las hay, las hay mucho mejores en todos los terrenos que puedas imaginar, sencillamente lo has idealizado.
Y sí, con 35 años puedes estar con mujeres de 20-25 años, preciosas, jóvenes y que te quieran e idealicen a ti, más de lo que tu harás con ellas.
Las cosas son así y han sido así desde los albores de la humanidad, aunque te pueda parecer extraño.
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