La mujer desea que le pongas los cuernos y le seas infiel.
Bueno, no del todo.
LA MUJER Y SU AMOR POR LO PROHIBIDO
Cuando Dios creó el mundo lo pobló con Adán, en un paraíso terrenal sin precedentes.
Un paraíso, eso sí, que no era suficiente para este joven hombre ya que se sentía solo y abrumado ante tanta belleza sin nadie con la quien compartirla. Adán era un Rey pero sin reina.
Es por eso que Dios, de su costilla, engendró a Eva; una bella mujer, la acompañante de Adán y una clara amante de lo inaccesible, de lo prohibido.
Eva y Adán lo tenían todo, literalmente, pero para Eva no era suficiente. Eva tenía la seguridad más absoluta, en un paraíso donde el hedonismo lo era todo; y aun así quiso probar la fruta prohibida, lo único que no debía tocar.
Eva quería algo impredecible, algo que no estaba a su alcance, Eva quería pecar.
Como a Eva, a todas las mujeres, les aburre la monotonía, quieren tener lo que no pueden poseer fácilmente, algo complicado y deseado por todas, algo como esa fruta prohibida que debía estar llena de poder oculto y que cualquier mujer ansía en su posesión. Un hombre predecible les acaba resultando aburrido. Un hombre que saben que nunca se irá, al que tienen engatusado hasta la médula y que nunca las engañaría es un hombre del que se acaban aburriendo, y al que acaban abandonado o engañado con otro.
El hombre que les da la seguridad del paraíso creado por Dios les sirve para sentirse cómodas para un rato; pero quieren más.
Las mujeres desean esa fruta prohibida, esa fruta que todas las demás quieren, esa fruta por la cual todas se pelearían y por la que deben pelear para conseguirla.
La fruta trasladada a la realidad, es un hombre que en el fondo saben que no las conviene (o sí), a las que todas las mujeres desearían poseer, pero que no todas pueden tener. La mujer quiere pecar con un hombre que, a su vez, es capaz de pecar con decenas de mujeres distintas. Quieren al hombre que puede serlas infiel, pero que no lo hace, o eso las gusta creer.
Ninguna mujer que conozcas quiere un hombre por el que las demás mujeres, más especialmente sus amigas, sienten asco o repulsión debido a su bajo valor.
Prefieren ir a por el hombre que potencialmente más daño las puede hacer por sus múltiples opciones femeninas, pero que las elige a ellas, al menos temporalmente.
La mujer quiere lo prohibido, lo deseado por otras, quiere sentirse especial porque “solo las ha elegido a ellas” de entre la multitud de opciones que tiene.
INFIDELIDAD
Suena raro y muchas mujeres lo negarán debido a las implicaciones emocionales de esta afirmación, pero una mujer prefiere que un hombre con opciones y alto valor las engañe a quedarse con un hombre sin más opciones que ella.
De forma idílica, ellas desean que ese hombre no las engañe y que, aunque tenga decenas de opciones donde elegir, se mantenga fiel a una sola, a ella.
La mujer ama sentirse especial y ¿qué hay más especial que un Rey te elija a ti para formar parte de su reino y coronarte? Solo a ti. Te elige como Reina mientras el resto te envidia y desea tener tu lugar.
En la realidad muchos de estos hombres con tantas opciones las engañan múltiples veces y en el fondo muchas mujeres lo saben, pero hacen la vista gorda.
Luego, son muchas de estas mujeres “despechadas” las que califican a todos los hombres como “malos” porque un hombre con mil opciones al que ella confió su corazón la engañó. Pero realmente ¿qué esperaba? Pecar es más fácil cuantas más tentaciones se te presentan, y ¿por qué alguien se mantendría fiel eternamente a una sola mujer teniendo a cientos que corren tras él?
La mayoría de hombres si no son infieles a sus parejas es por falta de opciones o por miedo a que se entere y le dejen. No por tener una serie de valores firmes en los que sostenerse cuando otra mujer preciosa se abre de piernas ante él.
La mujer acaba mordiendo la fruta, y esa fruta va a ser mordida por otras tantas mujeres, ya que la fruta prohibida tienta a todas por igual.
Un hombre con opciones aumenta aún más las mismas debido a eso, a tener tantas alternativas.
ENTONCES ¿DEBO ENGAÑAR A MI PAREJA?
Si tienes una pareja con la que te has comprometido, evidentemente debes mantenerte firme a tu palabra y serla fiel, pero de esta historia necesitas aprender varias lecciones:
- Incluso estando en pareja debes ser atractivo para muchas mujeres, no solo para tu pareja. Cuando tu novia te diga “para mi estás guapo así, no hace falta que te cuides más”, es una forma de intentar bajar la competencia con otras mujeres. Tienes que mantenerte en igual o mejor forma que soltero, ganar igual o más dinero, etc. En definitiva, no puedes decaer como hombre por tener pareja. No te conformes.
- Tu pareja debe ser consciente, sin que tu se lo comuniques verbalmente, de que en cualquier momento puedes dejarla y tendrás a otras a tus pies.
Tu pareja debe saber que debe comportarse como es debido y satisfacerte para mantenerte ya que, debido a la gran cantidad de opciones que tienes, si no es así no tendrás miedo en marcharte.
En definitiva, debes ser capaz de ser infiel, pero no serlo.
Si tu pareja sabe que eres la fruta prohibida deseada por todas, luchará para mantenerte y sobre todo, no se arriesgará a perderte, hay pocos como tú; seguramente en su círculo ninguno más.
Debes mantener tu estatus como fruta prohibida.
NO SE LO COMUNIQUES VERBALMENTE
Nunca, y mucho menos en una discusión, digas a una mujer “sabes que si quiero me puedo ir con otras” o afirmaciones equivalentes a esta.
NUNCA.
La forma de comunicárselo es cuando otras mujeres te miran en la calle, teniendo un perfil de Instagram atractivo, que su grupo de amigas te vea como un hombre de valor…
Es decir, subcomunicas, no se lo dices de forma expresa.
NO VAYAS DE LO QUE NO ERES
Si no eres increíblemente atractivo o tienes mucho dinero y estatus no vayas de rompecorazones y de conquistador sin serlo.
Es cierto que cierto calibre de hombres, hombres que se encuentran entre el top 10% de la población masculina, poseen el privilegio de que sus parejas muchas veces los compartan con otras mujeres con tal de ser las únicas a las que proveen y dan amor. Estas mujeres saben que hombres de esas aptitudes son prácticamente nulos a escala global y no quieren perder los privilegios de tenerlos, aunque tengan que aguantar que tengan sexo con otras.
Muchas lo saben, pero hacen la vista gorda, haciéndose las tontas y pidiendo a su pareja que no se lo cuente cuando lo haga; otras directamente lo saben y aceptan, y otras lo saben, lo aceptan, y toman parte de ello, participando en tríos y similares.
Tú no eres parte de este grupo de hombres y probablemente ni siquiera estés cerca por tanto no vivas como ellos ni te creas intocable, porque no lo eres.
La mayoría de mujeres si su pareja les es infiel la abandonan, y más aún si eres un hombre promedio es decir, mediocre.
Solo tiene que saber que podrías serla infiel si quisieras, con eso es suficiente.
CONCLUSIONES
La mujer desea más que nada lo prohibido y deseado por todas las de su género.
Ninguna fémina, por mucho que lo repita, desea un hombre al que otras mujeres encuentran desagradable en todos los sentidos y jamás desearían estar con él. NINGUNA.
La competición entre las mujeres en su vida es, precisamente, entre ellas. Desean ser la mujer más bonita o capaz de hacer exclusivo al mejor hombre posible. Si no gustas a ninguna mujer más que a tu pareja; o es una mujer de muy bajo valor que no puede aspirar a más (mala señal para ti), o acabará dejándote porque no haces bien a su imagen pública y a su posición en la jerarquía de mujeres.