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Carrito

Podemos definir la disciplina sexual como “la capacidad para controlar nuestros impulsos naturales de prácticas sexuales”.

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La disciplina sexual es una maestría que cada vez menos personas dominan debido, entre otras cosas, a las continuas tentaciones que se nos presentan en el mundo moderno. Al mismo tiempo, es el mejor momento de la historia para ser un maestro de la disciplina sexual debido a los beneficios que puede aportarnos, ya no solo en términos de mujeres o relaciones interpersonales, sino en la vida en general como podrás ir comprobando.

Si vemos Tiktok, Instagram, o la vida misma, estamos sometidos desde muy jóvenes a una continua exposición al sexo, mujeres sexualizándose por likes o dinero, canciones que nos incitan a estas prácticas, y un mundo donde la promiscuidad y facilidad para mantener relaciones sexuales han llegado a un punto nunca antes visto en toda la historia.

Niñas que pierden la virginidad con 14 años con hombres mucho mayores que ellas, niños que se sienten solos y forzados a masturbarse viendo porno 10 veces al día, películas donde se da más importancia a la sexualidad de los protagonistas que al argumento de la mismas…

La demanda de este contenido es muy fácilmente demostrable, las mujeres se hacen famosas muy fácilmente si se visten de forma provocativa, si enseñan los pechos o bailan de forma erótica para millones de personas. También lo vemos en OnlyFans con continuas suscripciones de hombres a canales de mujeres para verlas de la forma más picante que puedan.

Está claro que las tentaciones son ilimitadas y continuas, que es más difícil que nunca mantener la compostura y no ser un esclavo de uno de los impulsos más primitivos y ferales de los hombres, el sexo, pero eso no justifica que no tengamos el más mínimo autocontrol y perdamos tanto tiempo y energía en ello.

La principal arma de una mujer contra los hombres es el sexo. Ofreciendo sexo la mujer puede obtener casi lo que quiera por parte del hombre, validación, dinero, atención, exclusividad…
Son muchos los hombres que negocian el sexo con sus mujeres, que realizan un proceso obvio pero erróneo: “como quiero sexo tengo que hacer algo para obtenerlo, si me porto bien, friego los platos, compro regalos a mi mujer o la consiento todo tipo de abusos me acabará dando ese sexo”. Y aunque es una deducción lógica, aplicarla es un error. El sexo NUNCA debe ser negociado, debe ser un intercambio de fluidos voluntario entre dos personas, no debes hacer nada para que te de el “premio” de su intimidad, debe nacer de ella, ese deseo debe ser genuino.

Debido a ese razonamiento, los hombres actúan de formas que nunca actuarían simplemente con el fin de poder ser satisfechos sexualmente por su mujer, cosa que supone un peor sexo, menor satisfacción para tu pareja y una paulatina pérdida de interés y deseo que acaba conduciendo al hombre a tener que hacer más sacrificios y cesiones con tal de intimar una vez a la semana, al mes o al trimestre. Son esclavos de su mujer POR EL SEXO, por su nula disciplina sexual, por su estado de necesidad continua, son animales sin autocontrol.

La disciplina sexual en los hombres es fundamental.

Tener disciplina sexual va desde no caer en la masturbación cada vez que estamos excitados o aburridos, hasta rechazar mujeres cuando no nos apetece tener sexo,  solo aceptar sexo si es de máxima calidad y ante el deseo crudo y desenfrenado de una mujer.

Empecemos por la masturbación.

La masturbación es el inicio del problema y de la esclavitud, muchas personas le quitan importancia a lo nociva que puede ser esta práctica debido a que a primera a vista no vemos ningún resultado negativo: se obtiene placer, matamos el aburrimiento y nos relajamos, todo parecen ventajas.

La masturbación crea esa dependencia del orgasmo, del placer sexual, de satisfacernos de forma diaria para ser felices o sentirnos completos, es el inicio de la esclavitud que acabará suponiendo una dependencia del sexo de tu pareja o amigas sexuales.

Y no nos engañemos, cualquier persona nacida en el mundo moderno ha sido esclava de su propia sexualidad en algún momento. Controlar el impulso de la masturbación, que muchas veces está provocado por la simple costumbre, te va a ayudar a forjar el carácter disciplinado que luego vas a necesitar para poder tomar control de las relaciones sexuales y su frecuencia. Como en cualquier campo, se empieza por el principio.  Igual que si quieres subir una montaña empiezas por la colina detrás de tu casas, y no por el Everest, para adquirir disciplina sexual debes empezar controlando la masturbación, para luego ser capaz de controlar el sexo.

Lo realmente grave llega con el sexo, porque ahí no solo estamos cayendo en una falta de autocontrol sino en una sumisión hacia la mujer con el mero objetivo de tener sexo.

Ella sabe que la necesitas para follar, por tanto, jugará con eso para obtener de ti lo que necesite en cada momento: tiempo, atención, apoyo, dinero, ayuda… podrá conseguir lo que quiera de ti, incluso si a ti no te apetece, y muchas veces lo harás sin siquiera darte cuenta, de forma innata, porque sabes que si la mujer está triste o insatisfecha tu no tendrás tu dosis de placer diaria o semanal.

Por todo esto necesitas ser capaz de controlar tu sexualidad, de saber que sí, estás excitado, quieres calor humano, pero puedes parar esa llamada de la naturaleza y mostrar fortaleza hacia ti y hacia la mujer.
Esto te pone en una ventaja frente al resto de hombres. La mujer está acostumbrada a que los hombres acepten siempre sus invitaciones sexuales, cuando tu la digas: “hoy no tengo tiempo”, “no me apetece” o similares, su cerebro cortocircuitará y tendrá más deseo por ti, porque el sexo contigo es un bien escaso mientras que con el resto de hombres es algo sencillo y habitual.

No solo eso, tampoco podrá dominarte con su vagina, serás tu, por primera vez en la vida de esa mujer, que el sexo se tenga cuando tú quieras y en los términos que tú quieras, y no al revés. Podrás incluso cambiar las tornas, que ella tenga que buscar cómo “convencerte” para intimar y haga cosas por ti, se porte mejor y te trate como no trata a ningún otro. Como ves, te has puesto en una situación ganadora frente al mundo, y concretamente ante ella.
El poder de tu pene es muy superior al poder de la vagina, pero la sociedad feminizada que ha endiosado a la mujer y ha puesto al hombre en una situación de necesidad y escasez ha hecho que esto se perciba de forma opuesta.
Piénsalo, el hombre es el que folla, el que penetra, el que da, el que domina, es el responsable de una relación sexual satisfactoria. La mayoría de mujeres no saben hacer sexo oral bueno, son estrellas de mar que no tienen ninguna habilidad en la cama y es el hombre el que tiene que hacerlas disfrutar.

Si sabes follar adecuadamente el poder que tienes sobre una mujer es ilimitado, será ella la que ruegue por ti y nunca podrá olvidarte.
La mayoría de mujeres tienen mucha insatisfacción sexual, si tú consigues llevarlas a un placer que ningún otro ha conseguido… será tuya, incluso si la decides dejar te echará de menos toda su vida, soñará contigo e incluso pensará en ti mientras está con su nueva pareja.

Es por eso que saber como dosificar el sexo con una mujer, no dárselo siempre, hacerla esperar, que fantasee, que tome la iniciativa porque no puede esperar a sentirte dentro… te hace destacar sobre todos los hombres.

Sin disciplina sexual esto es muy difícil, pero mucho más importante: si regalas una rosa todos los días a tu pareja acabará normalizándolo y no le hará ilusión, ni siquiera lo deseará. Si le regalas una rosa una vez al mes, su reacción a ella será mucho más positiva y le hará mucha más ilusión. Piénsalo, sucede igual con el sexo, limítalo, decide tú cuando se tiene y cuando no, DISCIPLINA SEXUAL.

Aunque lo podrás leer en futuros artículos, la eyaculación masculina requiere de mucha energía, produce prolactina y nos coloca en una posición débil, cansada y de cero productividad.
Saber limitar la eyaculación y por tanto el sexo, es una forma de separarte del resto del mundo en términos de energía y productividad.

Es obvio que el autocontrol es fundamental en cualquier área de la vida, aunque considero que tiene especial importancia en el terreno sexual ya que los beneficios que te aporta son increíbles.
Si no sabes cómo ser disciplinado sexualmente, esto debería convertirse en una prioridad para ti.

 

SI QUIERES SER UN MAESTRO EN ESTA MATERIA EL EBOOK DISCIPLINA SEXUAL PUEDE SERTE DE GRAN UTILIDAD.

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