Has venido a este artículo por uno de estos dos motivos: o bien estás en un proceso de divorcio, y quieres saber qué te puede pasar; o tienes curiosidad y quieres estar informado de cara a que te pueda pasar en el futuro.
Sea cual sea el motivo, en este artículo vas a tener una visión simplificada, tratando de no entrar en tecnicismos legales, y procurando explicarlo todo para que cualquier persona que lo lea pueda tener una visión general del marco jurídico del divorcio en España.
Antes de comenzar con ello, vamos a presentar unos datos interesantes: *
- En 2021 en España se dieron 147.000 matrimonios aproximadamente (es importante recalcar, que es un dato menor a la media, que ronda los 200.000). Ese mismo año, se produjeron un total de 86.851 divorcios. Por tanto, si empleamos la media, obtendremos que, en España, tienes un 56,57% de posibilidades de que tu matrimonio sea el definitivo y viváis una vida feliz. Estadísticamente.
- La custodia se entregó en un 43,1% de los casos de forma compartida, en un 53,1% a la madre exclusivamente, y en un 3,5% al padre. (En un 0,3% a otros, para los que hagáis las cuentas). De esta forma, la madre tendrá acceso a los hijos en un 96,2% de las ocasiones, mientras que el padre en un 46,6% de los casos.
- Excluyendo los divorcios de mutuo acuerdo (78,8%). La mujer pide el divorcio en el 64,43% de las ocasiones.
*Todos los datos se han obtenido del INE
Requisitos para poder divorciarte en España
Llevar 3 meses casado. Ya está.
Cualquiera de los dos cónyuges o ambos pueden solicitar el divorcio.
Coste de un divorcio
El coste de un divorcio variará en función de los profesionales a los que se acuda, y de si se requiere procedimiento judicial o no. Por tanto, el coste depende del precio que estés dispuesto a pagar por un abogado / notario.
En general, si es de mutuo acuerdo, el coste suele rondar entre 300-1200 euros.
Si se llevase a cabo de forma contenciosa, este coste ascendería entre 1200-3000 euros.
¿QUÉ PUEDO PERDER EN UN DIVORCIO?
De entrada, la custodia de tus hijos. Como hemos dicho antes, tienes solamente un 46,6% de posibilidades de tener su custodia, bien compartida o única.
Sin embargo, quizá en lo que todos estamos pensando es: dinero.
Pues bien, es imposible encontrar datos a este respecto. Nadie aporta datos de cuántas veces el hombre ha perdido la mitad de sus bienes, de cuántas veces, casas pagadas a medias, se las queda solamente un cónyuge sin tener el otro acceso a ella.
Sin embargo, si empezamos a rascar en las estadísticas, encontramos cosas interesantes.
El primer factor curioso es que se suele considerar un divorcio justo o no, según quede la custodia de los hijos. Esa es la parte central para determinarlo. Por lo cual, si acabas con la custodia compartida, pero en el proceso has perdido tu casa, y la mitad de tus ahorros de toda la vida; a nivel judicial el divorcio sería considerado justo en la mayoría de los casos; ya que el tema principal, que es la custodia de los descendientes, es considerado justo.
También sabemos que en España en 2008 aproximadamente el 73% de los matrimonios se casaban en régimen de bienes gananciales (compartidos).
Para el 27% de hombres que decidieron casarse en régimen de separación de bienes, divorciarse, en principio, no debería afectar a los bienes separados. Por tanto, su mujer no tendrá acceso a ellos. Claro que para hacer esto, se debe declarar y firmar TODO ante notario, y cualquier cosa que no se haya incluido en el acuerdo será considerada en régimen de bien ganancial.
Si estás dentro de ese gran grupo que no se lo pensó dos veces, o que no quiso gastarse un dinero en notario. Divorciarte significará, que se dividirá TODO lo que tengas entre dos. Y las cosas que no sean divisibles (por ejemplo, un coche, una casa) serán repartidas atendiendo a diversos criterios, como quién lo necesita más, etc.
Por ejemplo, pongamos que tú compraste una casa íntegramente con tu dinero. Tu mujer se queda con la custodia 3 semanas al mes, tú 1 semana al mes. Perfecto, pues se entenderá que por el bien de los hijos, tu mujer se quedará con la propiedad legal de ese domicilio.
Por esto, es tan peligroso no pensar las cosas antes de casarse, porque a día de hoy, ni siquiera haber firmado ante notario te garantiza que en el 100% de los casos te quedarás con lo que es legítimamente tuyo.
Entonces, ¿si me caso en régimen de separación de bienes ya está todo arreglado?
Por desgracia, NO. Eso no deja de ser un contrato, y por tanto, a día de hoy, en la mayoría de casos los jueces lo respetan. Sin embargo, si éstos determinan que por diversos motivos, cumplir este contrato puede suponer un perjuicio grave para el cónyuge; pueden ignorarlo.
Es decir, si tú eres el único que trabaja, la casa, el coche, las cuentas bancarias, el dinero… Es todo legalmente tuyo. Divorciarse dejaría a tu mujer sin nada. Entonces el juez podría determinar que ella se quede, por ejemplo, con la casa, y con algo de tu dinero, para “darle una oportunidad” ya que tú tienes trabajo, y puedes costearte un alquiler.
CONCLUSIÓN: ANTES DE CASARTE…
Lo importante de todo lo que acabas de leer es la conclusión final: si te casas, hazlo SÍ O SÍ en régimen de separación de bienes, si no quieres invitar a los problemas en el futuro. Sí, hacerlo así tiene mayor coste ya que vas a necesitar pagar a un notario.
Pero creo que todos preferimos pagar a un notario hoy, antes que perder todo el trabajo de nuestra vida en el futuro.
Sé precavido, nosotros hoy día no recomendamos el matrimonio, ya que, a día de hoy, no tiene el significado que tenía antes. A día de hoy, el matrimonio es invitar a que el estado regule tus relaciones personales, y dicte lo que puedes, y no hacer.
Pero si decides casarte teniendo al estado como intermediario, por lo menos toma la precaución que te exponemos. Porque te arriesgas a perderlo todo.
CONCLUSIÓN: ES DEMASIADO TARDE, ESTÁS CASADO Y EN PROCESO DE DIVORCIO…
Si estás pasando por este proceso, y no tomaste en su día las precauciones necesarias. Lo siento, pero poco hay que puedas hacer.
Lo más importante es que llegues a un acuerdo con tu mujer, para que el divorcio no llegue al juzgado, ya que, si lo hace, tienes mucho que perder, y poco que ganar, a no ser que tengas por pareja a alguien con serios problemas mentales, que no vaya a poder hacerse cargo de tus hijos.
Si este no es el caso: alcanza un acuerdo, o prepárate para lo peor.
