Hoy se ha puesto de moda decir que los hombres deben mostrar debilidad, que es algo normal, que no somos de piedra… llegando al punto de decir “la debilidad es algo positivo, los hombres deben ser débiles”.
Aunque algunas de las palabras dichas con antelación son ciertas, son una minoría y siempre matizables.
Un hombre no es de piedra, ni puede evitar mostrar o experimentar sentimientos, excepto que sea una persona con alguna disfuncionalidad emocional y por tanto, que no está sana, pero si eres como la amplia mayoría de seres humanos, experimentas todo tipo de emociones, miedo, alegría, tristeza, ira… es normal experimentarlas.
La cuestión no reside en si es normal tener esas sensaciones en nuestro interior que salen de forma inevitable, está en cómo gestionarlas y expresarlas.
La debilidad NO ES BUENA
En la vida actual y desde la aparición del ser humano en la tierra, la debilidad es algo negativo. En este mundo prima la ley del más fuerte, que no se refiere al más fuerte físicamente, sino el más fuerte, física y mental/emocionalmente a la par.
El promover y difundir el mensaje de “está bien ser débil y mostrar esa debilidad”, es lo mismo que decir que es bueno sangrar delante de un tiburón, todos parecen amigos hasta que dejan de serlo, y al igual que los capullos se pueden convertir en mariposas, también hay mariposas que pueden convertirse en capullos.
La vida, ya ni siquiera las personas, la vida es cruel y no tiene miramientos. Puedes estar hundido por una ruptura amorosa, que la vida no va a ser empática y te puede golpear con la pérdida de un trabajo, la muerte de tu mascota o cualquier otra desgracia, a la cual se puede sumar otra y otra más.
Cuanto más fuerte seas, más capacidad tendrás para lidiar con esa consecución de desgracias y mantenerte a flote.
Si eres débil recurrirás a fármacos que te hagan vivir en un mundo de mentira y que a la larga no te acabarán ayudando; o, aún peor, a quitarte la vida.
Por mucho que llores, te lamentes y cuentes todas tus desgracias con la mayor desesperación en tu voz a tus seres queridos, estos no van a poder salvarte de ellas ni de ti mismo, de tu cabeza, eres tú y tu fortaleza la que deberán lidiar con ellas y superarlas.
La debilidad, nunca, bajo ningún concepto, es algo positivo, ni en hombres ni en mujeres, aunque en mujeres sea más aceptable por ser parte de su naturaleza.
¿Quieren las mujeres que te muestres débil ante ellas?
La respuesta es un claro NO.
Pero desarrollaré este punto para que entiendas lo que sucede.
Toda mujer, sin excepción, busca a un hombre al que admirar, al que seguir, al que confiar su bienestar y seguridad en tiempos de dificultad. Si eres un hombre débil, un hombre miedoso, alguien que se queja por cualquier problema que tiene, y recurre a ella para ser consolado creyendo que su mujer es su madre… no podrás mantener el respeto de esa persona por mucho tiempo. Cuando haya momentos de crisis, tu pareja tendrá que salvarte, porque tú no eres capaz de lidiar con la vida solo.
Muchas mujeres no cesan de repetir que sí, que quieren hombres que muestren esa debilidad, que las cuenten cuándo están mal, que lloren en su hombro si lo necesitan…y NO MIENTEN, porque realmente creen que quieren eso debido a un escaso análisis de cómo se ven afectadas por esas conductas a medio o largo plazo, sencillamente cuando empiezas a actuar de forma débil recurrentemente con ella, esta va a perder de forma inevitable la atracción y respeto hacia ti. No va a pasar de una ocasión para otra, sino por el acumulado de estos sucesos.
Entonces, te preguntarás ¿no puedo ser débil ni con mi pareja? ¿no puedo llorar y mostrar cómo me siento genuinamente ante ella? La respuesta sencilla es no. Pero eso no significa que no te puedas apoyar en ella. Ella no quiere que seas un hombre hermético que no la cuente nada, pero no quiere un llorón victimista, débil y sin recursos para solucionar sus problemas.
Lo que realmente buscan
Aunque no debes mostrar tu debilidad, sí debes y puedes expresarte con ella, pero de una forma muy distinta y más saludable.
En toda relación debe haber comunicación, no puedes tragarte los problemas continuamente tú solo, porque eso acabará afectando a tu estado de ánimo y por ende a tu relación con una mujer. Al final, si vivimos amargados, tristes o con estrés, acabamos pagándolo con las personas más cercanas a nosotros: amigos, familia o pareja. Pero es que es muy diferente decirle a tu pareja: “mira cariño, estas semanas son semanas complicadas en mi trabajo, estoy bajo mucha presión por un posible despido masivo y estoy poniendo toda la carne en el asador para conseguir quedarme en ella en las mejores circunstancias y por si acaso estoy buscando ya puestos de trabajo alternativos en caso de que sucediera lo peor. No estoy en mi mejor momento.” Comunicarte con asertividad, mostrando tu vulnerabilidad ante la situación, pero no debilidad. A decirle: “cariño, mi vida se hunde, van a hacer un despido masivo de empleados, nos vamos a quedar sin un ingreso para la casa, luego a ver como narices encuentro otro empleo de ese nivel, esto es un desastre, estoy hundido, no sé qué hacer…” entre sollozos, mostrando un nulo control sobre ti y sobre todo, sin mover un dedo para solventar la posible situación.
En la primera situación, la mujer te abrazará, besará y te dará esa energía femenina inspiradora y llena de fuerza, algo que necesitas y que entre vosotros afianza todo, en la segunda situación, es posible que haga algo similar pero con una sensación dentro de sí muy distinta. En la primera entenderá la situación, sabrá que estás haciendo todo lo que puedes para que esta situación vital se resuelva lo más favorablemente posible para vosotros, y que si sucediera lo peor, tú ya estás preparado. Ella te respetará más de lo que lo hacía antes, y se sentirá más atraída hacia ti. En el segundo planteamiento, tu mujer sentirá, en muchos casos lástima por ti, quizá vergüenza ajena, habrá algunas que querrán burlarse de ti. La mayoría se controlarán, y no te mostrarán esos sentimientos, pero están ahí.
Como ves estás expresando lo mismo, un momento duro, donde te sientes vulnerable, donde el estrés te supera por momentos. En ambas situaciones te muestras humano. Pero en una de forma débil, victimista y derrotista, y en la otra de forma masculina, seria, calmada… a pesar de una situación terriblemente complicada para ti y para la relación.
La mujer quiere saber de ti, quiere saber que tienes dificultades, pero no quiere ver que eres un hombre débil, sin recursos ni capacidad de respuesta.
También recuerda la frecuencia con la que muestras esto. Si cada día te levantas con un problema distinto, con una complicación y necesitas recurrir a contárselo a tu mujer, quieras o no, se va a acabar cansando.
Tienes que comunicarte con ella demostrándole, o que has superado esos problemas, o que, aunque estés mal y hundido, estás poniendo todo el trabajo posible para solventarlo. No puede verte llorar y quedarte quieto esperando a que todo cambie por arte de magia.
Aprender a lidiar con tus problemas solo o con tus amigos.
Recurre a tus amigos en momentos de máxima debilidad
Como te he dicho, tu mujer te puede ver, de vez en cuando, vulnerable y con problemas, todos los tenemos.
Pero ante momentos de máxima superación emocional, antes de ir a llorar a tu mujer recurre a tu amigo más cercano porque:
- Él no te va a perder el respeto de ninguna forma.
- Te va a dar consejos útiles para salir ahí o quizás hacerte ver que no es para tanto.
- Vas a poder desahogarte y por tanto contarle las cosas a tu pareja de forma más estable, incluso con un plan ya elaborado.
Antes de llorar y explotar con tu mujer, que te puede pasar, como a todos, y por una, dos o tres veces incluso, no va a pasar nada y podría llegar a afianzar la relación si son cuestiones muy puntuales; explota con tu mejor amigo, es más rentable.
Piensa que, aunque no lo veas así, estás continuamente mostrado la capacidad que tienes para proveer seguridad y recursos a tu pareja, si eres débil ella dudará que seas capaz de esto y empezará a sentir menos seguridad contigo, perderá atracción y respeto, y reducirá su feminidad porque tendrá que ser ella la que calme tus vaivenes emocionales en vez de al revés, tendrá que hacer de madre, o padre, en vez de ser tu mujer. Empezará a tomar roles masculinos debido a que tú no eres capaz de tomarlos y ambos seréis más infelices tendiendo todo hacia la decadencia de la relación.
Por esto, es muy importante que desarrolles amistades sanas y fuertes con otros hombres. Entre hombres, entendemos los problemas de los otros, no perderemos respeto hacia otro hombre con problemas, porque intrínsecamente todos sabemos, que de una u otra forma, todos pasamos por esas situaciones. Por ello, valores como el honor y la lealtad son típicamente masculinos, y son tan importantes.
Tu pareja es tu apoyo
Todo lo que has leído no implica que tu pareja no sea tu apoyo.
Te estrás preguntado: ¿pero entonces para qué quiero tener pareja si no puedo mostrarme tal cual soy? Primero, porque tu pareja debería tender a hacerte mejor, y porque no tener control emocional y creer que lloriquear va a solucionar algo, es una idea bastante absurda.
Segundo porque sí te sirve de apoyo, pero muy distinto al que te puede dar un amigo o tu padre. Tu pareja te apoya con su sensualidad, fiscalidad y feminidad, con su cuidado y atención, su tendencia “nutritiva”, llena de inspiración en su movimiento y trato, con sus besos y caricias, con su forma de mirarte y cuidarte
Contarle como estás de forma inteligente y con calma va a hacer que despliegue todo su arsenal de feminidad y cuidado que le caracterizan, pero sin perderte el respeto, ni verte como a un hijo al que tiene que cuidar.
Muchas mujeres dicen “yo no quiero ser la madre de mi marido”, y algunas se ven en la obligación de serlo, reduciendo su interés sexual en ti, su feminidad, su respeto… y en última instancia, facilitando una ruptura o una infidelidad.
Aprende a comunicarte con tu pareja, y sobre todo entiende que llorar y victimizarte jamás van a solucionar nada. Muévete, demuéstrate a ti y a ella que por muchos problemas que haya, saldréis adelante, y ella te dará el mejor amor, el mejor sexo y te admirará hasta que mueras.
Esto ya no solo la beneficia a ella y a la relación, te beneficia a ti personalmente y en primera instancia.
Conclusiones
Si has entendido esta publicación como un consejo para que seas frío y hermético con tu pareja, por favor, revisa tus habilidades de compresión lectora.
Si has entendido este artículo como un consejo de aprender a comunicarte, y sobre todo, a darle importancia a la gestión emocional, hemos cumplido con nuestro papel y tú con el tuyo de saber entender el mensaje.
La mujer quiere ser ella, y no otras mujeres, quién que vea esa parte vulnerable (que no débil) de ti. Quiere ser la única que vea que tienes problemas y que confías en ella para contárselos, pero de una forma masculina, asertiva y calmada.
Todos vamos a llorar alguna vez delante de nuestra pareja ante tragedias como pueden ser enfermedades graves, la pérdida de un ser querido o un trabajo muy importante; pero esto no debe convertirse en la norma y mucho menos con situaciones y problemas minúsculos del día a día. No es lo mismo estar quejándose una vez al año sobre un tema serio, que cada semana de forma repetida a la mínima minucia que sucede.
Tú solucionas tus problemas, el resto del mundo te podrá animar y apoyar, pero en el fondo estás solo contra el mundo y contra tu mente, tu mejor aliado y tu peor enemigo.