¿Qué es el acné y qué síntomas provoca?
Resumiendo, el acné se trata de un trastorno cutáneo que se produce generalmente cuando los poros de la piel se taponan debido a la acumulación de células muertas o de sebo. Esto lo que provoca es la aparición de granos, puntos negros, puntos blancos…
Como ya sabrás, existen diferentes tipos de acné, en este caso los tipos que más nos interesan, son el denominado acné vulgar, el acné fulminante y el denominado acné quístico.
Lo síntomas más comunes cuando se presenta acné son:
- Puntos blancos (poros tapados cerrados).
- Espinillas (poros abiertos tapados).
- Irregularidades sensibles, rojas y pequeñas (pápulas).
- Granos (pústulas), que son pápulas con pus en la punta.
- Bultos grandes, sólidos y dolorosos debajo de la piel (nódulos).
- Bultos dolorosos llenos de pus debajo de la piel (lesiones quísticas).
Los lugares más comunes en los que se suelen presentar estos síntomas son en el rostro, la frente es una zona especialmente sensible, el pecho, la parte superior de la espalda y los hombros. Esto no impide que se presenten los síntomas descritos anteriormente en otros lugares, pero en la mayoría de los casos la aparición de los mismos se limita a estas zonas.
También es importante mencionar que existen diferentes gradaciones del acné, normalmente: leve, moderado y severo. Y los síntomas son similares, aunque su severidad muy variable.
Por qué se produce el acné
Muchas personas creen que el acné está causado en su totalidad por la Cutibacterium acnes, una bacteria.
Sin embargo, esto sería como decir que un coche se fabrica en la planta en que se ensamblan las piezas. La colonización, e infección por esta bacteria, es causada por una serie de sucesos mucho más complejos.
Normalmente el proceso que lleva a la aparición del acné empieza con una causa hormonal (aunque también puede deberse a deficiencias genéticas que provocar un descontrol similar). Los desbalances en las hormonas sexuales principales, como el estrógeno, estradiol, testosterona, dihidrotestosterona, etc… provocan que las glándulas sebáceas que se encuentran en la dermis produzcan más sebo del que deberían. Esta producción excesiva de sebo tiene dos consecuencias principales: primero, la piel se cubre con una capa de grasa excesiva, grasa que se acumula en los poros abiertos; en segundo lugar, esta grasa excesiva impide la exfoliación natural y adecuada de la piel, por tanto se acumulan células muertas en ella.
La consecuencia directa de estos dos hechos es que los poros se llenan de grasa con un alto contenido en células muertas, lo cual acaba taponando el poro, y este puede inflamarse. En este momento se provocan algunos de los síntomas del acné leve, como los puntos negros y blancos, o las espinillas (que no dejan de ser folículos pilosos taponados por esta acumulación de grasa). Pero no acaba aquí.
En este momento en que nuestra piel está cubierta de cavidades obstruidas, aparece la bacteria anteriormente mencionada. Normalmente, el propio sebo tiene propiedades atibacterianas, sin embargo, recordemos que el sebo de la piel debe renovarse continuamente para mantener sus propiedades hidratantes, antioxidantes y antibacterianas.
¿Qué ocurre? Pues que el sebo, repleto de células muertas, que obstruye los poros, lleva acumulado tanto tiempo, que no contiene ninguna propiedad de las anteriormente mencionadas, por lo que la bacteria coloniza esos poros impunemente, provocando en poco tiempo una infección que puede llevar a casos de acné severos.
Como puedes ver, el proceso de aparición del acné se debe realmente a una conjunción de factores que acaban derivando en el letal resultado.
Remedios para combatir el acné leve
A efectos de este artículo, consideraremos como acné leve, el cual no provoca un empeoramiento grave de la estética, con algún grano ocasional, sin infección, con puntos negros y blancos, nada grave, pero que resulta molesto igualmente.
Los casos de acné leve suelen estar provocados habitualmente por uno de estos dos motivos: higiene deficiente o inadecuada, una dieta completamente desbalanceada.
- Higiene: excesivo sudor, uso de jabones con PH inadecuado, no tener una rutina de limpieza adecuada… la higiene de la piel es un tema del que se podrían escribir libros enteros. Es muy extraño que el acné corporal se produzca por una falta de higiene, ya que el simple hecho de llevar ropa todo el día, ayuda a remover el exceso de sebo y a exfoliar la piel, cortando el proceso de formación de acné. Sin embargo, esto no ocurre con el rostro. Por ello es tan importante tener una rutina de cuidado facial definida, que realicemos todos los días. En breves tendremos un artículo explicando en profundidad una rutina de cuidado facial.
- Dieta inadecuada: sobretodo existen dos factores nutricionales que afectan directamente, tanto a tu sistema hormonal (aunque no van a provocar cambios extremos) y directamente a la producción de sebo de tu piel:
-
- Altos niveles de glucemia en sangre: mucha gente se sorprende cuando le dices que el nivel de glucemia en sangre afecta al acné, en concreto, llevar una alimentación desequilibrada, con picos de insulina rápidos y potentes, favorece la aparición de el acné.
- Un consumo excesivo de grasas saturadas: todos sabemos la típica frase, “el chocolate hace que te salgan granos”. No, no es el chocolate, es el cacao procesado para producir chocolate. El proceso de elaboración provoca que las grasas saludables presentes en el cacao pasen a convertirse en grasas saturadas (una parte de ellas, no todas) y éste alto contenido en grasa saturada sí provoca un aumento de las probabilidades de sufrir acné. Si le sumas por ejemplo que el chocolate lleva altos niveles de azúcar… es un dos por uno. Los alimentos ultraprocesados, como bollería, comida rápida, las salsas que acompañan las comidas… todos estos alimentos afectarán negativamente a tu piel. Cabe destacar que los estudios científicos aún no han demostrado que la dieta afecte a la hora del desarrollo de acné, sin embargo, la evidencia anecdótica demuestra que sí influye, y en gran medida. Si tu dieta es sana y equilibrada, notarás cómo no solamente el acné, sino la calidad de tu piel en general mejora.
Pese a todo, como hemos dicho antes, los casos de acné graves, prácticamente nunca van a arreglarse cuidando nuestro cuerpo, se requieren soluciones más avanzadas. Aquí tienes un ejemplo de acné leve:
Remedios para combatir el acné moderado
Cuando la piel presenta un acné más severo, los remedios naturales, el control de la dieta y de tu higiene personal, no van a ser efectivos en la mayoría de los casos. En este sentido, es importante que comiences a plantearte el uso de técnicas más avanzadas como pueden ser el uso de peelings químicos, láser para exfoliación, dermoabrasión mecánica, jabones de carbón activo, vitamina B3…
- El peeling químico es básicamente, un método que se basas en la aplicación de una sustancia química levemente corrosiva sobre la piel. Esto lo que hace es exfoliar químicamente la piel, eliminando tanto el exceso de sebo, como las células muertas. En muchos casos, también acabará con imperfecciones como los puntos negros o blancos en un único tratamiento. Es importante entender que el resultado es temporal, y debe repetirse periódicamente.
- La dermoabrasión mecánica se trata de un método bastante similar. Emplea un elemento móvil que lo que hace es, literalmente, pulir las capas superiores de la piel, eliminando las imperfecciones mediante abrasión; obviamente también se tiene que repetir el tratamiento periódicamente porque sus resultados no son permanentes.
- El láser exfoliante, se ha puesto de moda debido a ser menos agresivo que la dermoabrasión mecánica o el peeling químico, pero su funcionamiento es similar, el láser básicamente se configura con una potencia y longitud de onda específicas para que acabe con las capas superiores de la piel, sin dañar las inferiores, de este modo te aseguras una exfoliación total, teóricamente indolora, y teóricamente sin dañar las capas subsiguientes de la piel.
- Los jabones de carbón activo. La ventaja que tiene el empleo de este método frente a los anteriores es que no requiere de material específico, ni de acudir a una clínica especializada; lo puedes aplicar tú mismo en tu casa con tus manos o una pequeña esponja o algodón. El carbón activo, incluido en muchos jabones, se trata de un compuesto que contiene propiedades muy útiles:
- Se encarga de exfoliar la piel mediante su capacidad levemente abrasiva.
- Atrapa el exceso de sebo o células muertas debido a su gran porosidad.
- El carbón activo tiene propiedades desintoxicantes y antibacterianas. (Es muy conocido su amplio uso en medicina por estos motivos)
Cabe destacar, que muchos jabones que contienen carbón activo hoy día contienen perfumes, colorantes, o sustancias que pueden irritar tu piel y reducir el efecto del carbón. Por ello si empleas uno de estos jabones, es prioritario que estudies su composición para que no te provoque problemas.
- Finalizamos con la Niacinamida, vitamina B3 o Nicotinamida, como quieras llamarla. En este caso se trata de una vitamina hidrosoluble que al aplicarse en la piel ayuda a la misma a regular la cantidad de sebo producido. También parece tener efectos positivos para suavizar las líneas de expresión, arrugas y reparar la capa protectora natural de la piel, aunque menores que otros productos. La puedes encontrar en muchos productos de cuidado facial, aunque es importante entender, que como casi cualquier método natural, seguramente sea el método menos efectivo de todos los propuestos en este apartado.
Todos estos métodos pueden solucionar muchas veces casos de acné moderado, pero si no consiguieses acabar con tu acné empleando estos métodos, no te preocupes, aún hay esperanza. Dejamos por aquí un caso de acné moderado:
Remedios para combatir el acné severo.
Si te encuentras en esta sección, seguramente vayas a agradecernos la información que te vamos a brindar, porque existen fármacos para acabar con ese acné, medicamentos que muy rara vez fallan. Vamos a ordenarlos por su potencia y consecuentemente, la capacidad de provocar efectos secundarios que tienen.
- El más potente, con diferencia de todos estos tratamientos, es el tratamiento con retinoles. Los dos más conocidos son la tretinoína y la isotretinoína, siendo la mayor diferencia entre ambos su administración (tópica vs oral, respectivamente). Tenemos un artículo específico para cada uno de ellos, así que, resumiendo, ambos fármacos, con un uso prolongado, pueden eliminar completamente el acné, y de forma permanente en la mayor parte de los casos. Además de proporcionas otros beneficios para la piel. Aquí tienes el enlace a los artículos: tretinoína – isotretinoína.
- El siguiente compuesto sería el peróxido de benzoílo, un compuesto que contiene propiedades muy similares a las de los retinoles, como la tretinoína:
-
- Contiene propiedades esterilizantes potentes, aunque a veces no es capaz de acabar por completo con las colonias bacterianas.
- Reduce el enrojecimiento y la inflamación cutánea.
- Exfolia las células muertas mediante abrasión química.
- Es importante recalcar, que es muy complicado encontrar fármacos que solamente contengan peróxido de benzoílo. Para aumentar su eficacia, suele mezclarse con antibacterianos tópicos.
3. El último compuesto altamente eficaz para combatir el acné, aunque el menos potente de los tres, son precisamente los antibióticos tópicos. Estos anitbióticos se encargarán de eliminar las bacterias, y por consiguiente las infecciones, normalmente reduciendo así tambien la inflamación. El problema es que no atacan el problema de raíz, a diferencia de los retinoles, por ejemplo. Por tanto muchas veces son insuficientes por sí mismos, aunque pueden ayudar a minimizar los efectos secundarios de la “purga” provocada por la isotretinoína, o a aumentar la eficacia del tratamiento con peróxido de benzoílo. Uno muy común suele ser la Clindamicina.
Existen numerosos fármacos en el mercado que combinan el peróxido de benzoílo con clindamicina, por ejemplificar uno, el Duac Gel. Para finalizar, os dejamos un ejemplo de un caso de acné severo, antes y después del tratamiento con isotretinoína:
Conclusión
El acné ha sido siempre un problema, sobretodo para los más jóvenes, y tenemos la suerte de que hoy día existen métodos eficaces para el tratamiento del mismo, por lo cual, si padeces esta afección, o conoces a alguien que la padezca, en este artículo tienes la solución a todos tus problemas relacionados con la misma.
Acude a un médico especialista para pedir consejos o recetarte los productos que requieran de prescripción medica.